"Vamos a Londres y no a España por la economía y el pabellón”

“La economía y los pabellones”. Así, cortito y al pie, respondió David Stern a la pregunta sobre por qué Londres sigue siendo el destino elegido por la NBA para disputar su partido oficial anual en Europa. “Aquí se dan las condiciones perfectas, la gente responde, la economía respalda un acontecimiento así y tenemos un recinto como el O2 que no encontramos en otros países europeos con más tradición baloncestística como España, Grecia, Turquía e Italia, donde además la situación actual es peor”.

Minutos antes de que empezase el partido entre los Atlanta Hawks y los Brooklyn Nets, Stern dio la que fue su última conferencia de prensa como comisionado de la NBA, cargo que ha desempeñado con remendó éxito durante 30 años en los que la expansión internacional de la Liga ha sido constante. Junto a él se sentó Adam Silver, su mano derecha desde 1992 y que ahora le sucede. Fue Silver el que respondió a la inevitable pregunta sobre la creación de una división europea. El nuevo comisionado fue tibio: “Lo seguiremos mirando y la idea es que sería mejor crear una división entera en Europa que simplemente trasladar una franquicia, pero no hay nada cercano”.

Stern sí fue tajante cuando le cuestionaron por el plan de la FIBA de poner fechas para las selecciones en mitad del calendario NBA: “Nuestra relación con la FIBA es estupenda, pero esa es una decisión empresarial y ni interrumpiremos la Liga ni dejaremos a los jugadores”.

Después, Stern y Silver acometieron varios temas más de actualidad antes de irse a ver el partido: no se plantean acortar la temporada regular pese a la plaga de estrellas lesionadas ni cambiar el sistema del draft para evitar el célebre tanking. Y, para alegría de los clásicos, reconocieron que les encantaría devolver una franquicia a Seattle. Finalmente, agradecimientos y despedida. La era Stern ha terminado. Fue un éxito rotundo.