BRUIXA D'OR MANRESA
Rasmus Larsen firmó la mejor actuación de un Sub-19 en la ACB
El pívot danés (2,12 y 18 años) debutó en el primer equipo con una exhibición: 21 puntos y 13 rebotes para 37 de valoración, que superan los 34 que firmó Ricky Rubio.
El ala-pívot danés Rasmus Larsen, del Bruixa d'Or Manresa, que el próximo noviembre cumplirá diecinueve años, seguro que nunca había soñado con un estreno en la Liga tan sonado como el que protagonizó ante el FIATC Joventut, un debut que mejora el firmado en su día por Ricky Rubio. Larsen, de 2,12 metros, firmó 21 puntos, 13 rebotes y una valoración de 37. Hace seis años, Ricky, ahora una estrella en los Wolves de la NBA, consiguió 34 de valoración.
La marca convirte, provisionalmente, a Larsen en el MVP de la primera jornada de la Liga. Larsen llegó a Manresa la temporada pasada con 17 años, como una de las principales promesas del baloncesto europeo. Pero la afición de Manresa se quedó con las ganas de ver a la promesa danesa. Numerosas lesiones de hombro le impidieron debutar con el primer equipo y sólo pudo jugar algunos partidos con el vinculado Sant Nicolau de Sabadell. El domingo, su exhibición fue de nota y dejó a todo el mundo boquiabierto.
Sus cualidades físicas y técnicas despertaron el interésde otros equipos de la Liga española como el Joventut y el Cajasol, pero al final el Manresa, un club que cuida mucho a los jóvenes jugadores, consiguió su fichaje. Larsen asegura que se siente muy bien en la ciudad catalana. A diferencia de la mayoría de jugadores que llegan a Manresa por primera vez, vive en la residencia de estudiantes de la FUB, la universidad de la ciudad. Allí, convive con otros jóvenes de su edad, la mayoría de los cuales no tienen ninguna vinculación con el baloncesto.
Su sorprendente debut fue un buen resumen de sus cualidades. Altura y envergadura, rapidez contra defensores grandes, buena muñeca y, en especial, su gran capacidad reboteadora. Escogió un buen día para hacerlo ya que entre el público estaba Austin Ainge, director de personal de los Boston Celtics e hijo del doble campeón de la NBA Danny Ainge, que dirige las operaciones del mítico club. El Manresa cruza los dedos para que no vuelvan sus problemas físicos, al mismo tiempo que se frota las manos por todo lo que Larsen puede dar esta temporada.