Una abuela cobra 200 euros a sus familiares por la cena de Nochebuena

Una abuela de Reino Unido que vive en Cardiff, Caroline Duddridge, de 63 años, ha implantado en su familia desde hace tiempo una curiosa tradición de Navidad: que cada uno pague una cantidad de dinero si quiere estar presente en la cena de Nochebuena celebrada el 24 de diciembre. Esto ha provocado que algunos la hayan criticado por “tacaña” en redes sociales.

La mujer cobra a los adultos entre 10 y 15 libras dependiendo del nivel de sus ingresos, mientras que a sus nietos, los niños, les cobra en función de su edad: un niño de 12 años paga 5 libras, al igual que tres niños de 9 años. Por su parte, otros dos niños de tres años pagan la cantidad de 2,50 libras. Un hecho insólito y sin precedentes.

“El plan de pago se ha convertido en una rutina navideña”

En total, al cambio, alrededor de 200 euros para colaborar con los gastos de la cena de Nochebuena y que sea más un reparto más justo y equitativo en todos los aspectos. “Algunos piensan que soy un poco ‘Scrooge’, pero mis amigos piensan que es una buena idea. Espero que la gente no piense que es algo terrible”, asegura la anciana al diario The Mirror.

“Al principio hubo algunas quejas de mis hijos, pero el plan de pago se ha convertido en una rutina navideña”, asegura en declaraciones a BBC Radio 5 Live. Y es que contribuir y aportar cada uno su granito de arena para pagar por la cena también significa darle el control a ella sobre lo que compra y cocina y evitar que su familia traiga comida en exceso y se desperdicien alimentos: “Al menos así tengo un poco de autonomía sobre lo que puedo comprar y se ahorra en el desperdicio”, añade.

Origen y explicación

La idea de Caroline nació en 2015 después del trágico fallecimiento de su marido. La repercusión de su muerte en los ingresos se traduce en que no podía permitirse el lujo de poner ella toda la cena de Nochebuena sin que su familia participase económicamente, por lo que decidió comenzar con esa iniciativa.

Ella asegura que es muy “justa” y que no pretender lucrarse, sino que lo hace para que le ayuden con los gastos. Es cierto que, de primeras, la abuela ha admitido que surgieron “algunos lamentos y quejas” de sus hijos, pero el plan de pago se ha convertido en una tradición. Además, todos sus invitados tienen voz en el menú que se va a degustar, que normalmente incluye vino, refrescos, pudin, galletas navideñas y una selección de nueces y queso.

No le molestan las críticas

La fecha límite para pagar si se quiere asistir a su cena es el día 1 de diciembre para cada uno de los miembros de su familia, lo que le permite a ella tener el tiempo suficiente para planificar la cena y poder adquirir los alimentos necesarios. De la misma manera, ha señalado que no le molesta que la gente le critique por cobrar por la cena de Navidad, y que lo seguirá haciendo.

“Sé que algunas madres se sienten culpables si no lo hacen todo y ofrecen una comida enorme sin que nadie pague, pero yo soy práctica”, concluyó. Sin duda alguna, es una manera creativa de hacer frente a los gastos navideños, ya que Duddridge asevera que al final todos acaban pagando su parte sin ningún inconveniente y disfrutando de una magnífica noche en familia.