Tupperware, en problemas
La empresa, después de más de siete décadas en el negocio, se enfrenta a una posible quiebra tras sufrir grandes pérdidas en bolsa.
Las comidas fuera de casa, ya sea por ocio en una escapada o por necesidad en el trabajo, no serían lo mismo de no ser por la empresa fundada por Earl Tupper en el año 1947. Sí, hablamos de la mítica marca Tupperware, que finalmente acabó dando nombre a esos populares recipientes de plástico. Tras más de siete décadas, ahora la firma se enfrenta a problemas que ponen en duda su supervivencia en el mercado.
Unos problemas que ha explicado a través de un comunicado el CEO de la empresa, Miguel Fernández. “La compañía está haciendo todo lo que está en sus manos para mitigar los impactos de los acontecimientos recientes, y estamos tomando medidas inmediatas para buscar financiación adicional y hacer frente a nuestra posición financiera”, detalla sobre la situación de la empresa fundada por el químico Earl Tupper.
Además, pone de manifiesto las dudas “sustanciales” sobre la actual capacidad de Tupperware “para poder continuar en funcionamiento”. Así, actualmente se trabaja junto con asesores financieros para conseguir la financiación necesaria para mantener la viabilidad. De no hacerlo, aseguran que no dispondrá del efectivo necesario para financiar sus operaciones.
Desplome en bolsa
Una situación a la que se ha llegado después de una fuerte caída en la Bolsa de Nueva York: cerca de un 40% y con los inversores preocupados por el incierto futuro de la compañía. La citada bolsa, además, advierte que las acciones corren el riesgo de ser retiradas si no se presenta el informe anual correspondiente. Y es que en el último año el ‘patinazo’ en bolsa ha sido notable, con una caída del 90% en el valor de sus acciones. La competencia feroz, falta de una innovación que en su día lideró y la incapacidad para captar a un público más joven parecen haberle dado el golpe final.
La llegada de la pandemia fue un balón de oxígeno para la compañía, que consiguió limitar las pérdidas en un momento complicado. Pero ahora, con el incremento del precio de la resina que emplean, así como la mano de obra, han elevado los costes. Si bien subieron también los precios de sus productos para luchar contra las subidas de los tipos de interés, esto no ha evitado que su deuda crezca con el paso de los meses.
Será la tercera restructuración de deuda en apenas unos meses, desde agosto de 2022 y nada está descartado: desde despidos hasta la venta de propiedades inmobiliarias. Y grandes compañías, como Walmart o Amazon, podrían estar interesados en su compra.
Obsoleto modelo de negocio
En sus primeros años de su salida al mercado se comenzaron a vender puerta por puerta, a través de comerciales. A lo largo del mundo eran populares también las conocidas como ‘fiestas tupperware’, en las que los comerciales hacían demostraciones de las capacidades de estos productos a varias personas en una casa. Pero esta venta directa hace tiempo que quedó atrás ante el auge del comercio electrónico.
De la guerra al hogar
“Poco antes de su lanzamiento al consumidor en 1946, los materiales similares a los utilizados por Earl Tupper se destinaron principalmente al armamento de guerra”, explican desde la web de la firma. La versatilidad y la conveniencia de estos materiales le convirtieron en “milagroso”, revolucionando el uso de los plásticos en los siguientes años. El primer producto, conocido como Tazón Maravilla, “ofrecía beneficios únicos en comparación con los envases tradicionales: resultaba más ligero y menos propenso a romperse en comparación con el vidrio y la vajilla tradicional”.