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Toomaj, el rapero que podría ser condenado a muerte por las protestas de Irán

Está acusado de ser “un enemigo de Dios” y de la “corrupción en la tierra”, tras demostrar su expresa oposición hacia el régimen.

YASIN AKGULGetty

El régimen iraní sigue con su política de intransigencia ante los manifestantes que participan en las protestas. La última víctima de las autoridades de este país es un prestigioso rapero, conocido como Toomaj Salehi, detenido a finales de octubre y que podría ser condenado a muerte. Este es famoso en todo el país por sus comprometidas letras.

El juicio se inició en el día de hoy y se llevó a cabo “a puerta cerrada” sin posibilidad de una legítima defensa, según denunció su familia, por lo que advirtieron que “está en grave peligro en este momento”. Sin embargo, horas después de conocerse el inicio de la audiencia, los familiares utilizaron su perfil de Twitter para anunciar que “según las últimas noticias, la sesión judicial no se llevó a cabo hoy y, en cambio, se avanzó en base a rumores”.

Letras controvertidas y polémicas

En su cuenta tiene más de 500.000 seguidores, una audiencia amplia para conocer de primera mano todo lo que pasa acerca de Salehi. “Todavía no hay información confiable sobre los detalles, pero el procedimiento del caso se lleva a cabo en silencio y sin información, y la familia y los abogados seleccionados están tratando de obtener información”, puntualizó el mensaje.

Y es que, desde hace varios años, los raps de Salehi evidencian con claridad las trampas y excesos de la República Islámica de Irán. De hecho, en una de sus últimas canciones canta: “El crimen de alguien fue bailar con su pelo al viento. El crimen de alguien fue ser valiente y criticar...44 años de su gobierno. Es el año del fracaso”.

Acusaciones

Con este fragmento, entre otros, el rapero manifestaba su apoyo a las protestas que sacuden Irán desde la muerte de Mahsa Amini el pasado 16 de septiembre, la cual fue detenida por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico. El objetivo de las movilizaciones es idéntico al de las letras del rapero: el fin de la República Islámica.

Salehi, de 32 años de edad, fue detenido por “haber desempeñado un papel clave en la creación de disturbios y en el fomento de los recientes disturbios en la provincia de Isfahán y en la ciudad de Shahinshahr”, indicó en ese momento el fiscal de la ciudad de Isfahán, Modamad Musavian. Es decir, está acusado de ser “un enemigo de Dios” y de la “corrupción en la tierra”, tras demostrar su expresa oposición hacia el régimen.

Riesgo de muerte

No es la primera vez que las fuerzas de seguridad iraníes encarcelan a Salehi. Estos cargos engloban una serie de delitos contra la seguridad pública y la moral islámica, y son punibles con la pena capital. Por este motivo, sus familiares creen que su destino será el mismo que el de otros seis manifestantes que fueron sentenciados a muerte recientemente.

El régimen de Irán ha indicado en reiteradas ocasiones que Occidente es el artífice de estos disturbios. Hasta la fecha, la organización que vela por los derechos humanos Iran Human Rights (IHR) ya ha desvelado 416 muertes en las violentas represiones ejecutadas por la Guardia Revolucionaria desde el inicio de los enfrentamientos.

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