Tira a la basura un disco duro con valor de 180 millones de euros

No todos los tesoros son iguales ni tienen el mismo valor. No se trata de un cofre con oro ni una tumba egipcia llena de joyas, sino de un disco duro externo que en su interior alberga más de 180 millones de euros en criptomonedas.

Está enterrado el del vertedero municipal de la ciudad galesa de Newport. Entre 110.000 toneladas de basura se encuentra este objeto del tamaño de un iPhone 6 y, dar con él, sería una misión casi imposible, como encontrar una aguja en un pajar. Sin embargo, hay un hombre dispuesto a buscarlo.

Se trata de James Howells, un ingeniero informático de 37 años que resulta ser la persona que, por error, lo tiró a la basura en 2013. En una entrevista reciente explicó cómo había ocurrido. Howells tenía varios discos idénticos, uno vacío y otro con 8.000 bitcoins. Quería deshacerse del disco vacío, pero se confundió y el que acabó en el contenedor fue el que contenía un tesoro dentro.

La esperanza es lo último que se pierde

Howells llevaba nueve años buscando soluciones para poder recuperar el disco duro. Ahora ha diseñado un plan vanguardista que va a poner en práctica y ya ha solicitado la autorización a las autoridades locales de Newport para ello.

En plan consiste en hacer un cribado selectivo del vertedero utilizando perros robots, un equipo de supervisores humanos y un gigantesco brazo metálico conectado a una plataforma de inteligencia artificial y análisis de imagen para poder ver entre la basura.

Este operativo constaría más de 10 millones de euros ya que, además del instrumental tecnológico, también pretende contratar a expertos en dragado industrial, gestión de residuos e, incluso, a una de las personas que recataron la caja negra de la nave espacial Columbia. Además, por las “posibles molestias” causadas, Howells se compromete a donar una décima parte de la cantidad recuperada para proyectos sociales en Newport.

Entre 18 meses y 3 años

Howells se ha reunido con el equipo el pasado mes de mayo para poner a punto toda la idea. Consideran que encontrar el disco duro es factible y que, en el peor de los casos, tardarían tres años en dar con él. Sin embargo, y según los estudios realizados por el ingeniero informático, la tarea podría estar acabada en 18 meses.

La idea está bien ejecutada, pero el Gobierno municipal, liderado por el alcalde conservador Martin Kellaway, no parece estar dispuesto a permitir que un equipo de rescatadores esté tres años sacando y moviendo basura del vertedero para encontrar el disco. Por esta razón, Howells ha hecho una campaña mediática para que no le impidan cumplir su “sueño” y se ha comprometido a realizar una excavación quirúrgica, lo menos aparatosa posible, en la que la basura desenterrada sería limpiada, reciclada y enterrada de nuevo.

Ahora, tanto a Howells como al equipo de rescatadores contratado, les toca esperar a conseguir la autorización para dar con el tesoro.