Tensión en Moldavia
La policía de Moldavia desbarata un plan de agentes prorrusos que estaban entrenados para generar actos de violencia durante las protestas. Hay siete detenidos.
La Policía de Chisinau, en medio de una jornada de protestas de organizaciones afines a Moscú contra las actuales autoridades moldavas, las cuales están a favor del ingreso del país en la Unión Europea y la OTAN, desarticuló este pasado domingo una conspiración de agentes de los servicios secretos rusos.
El objetivo principal era desestabilizar la situación en Moldavia y propiciar la llegada al poder de un gobierno marioneta, que actúe según los mandados del Kremlin. En este contexto, el jefe de la policía de Moldavia, Viorel Cernauteanu, señaló que un agente encubierto había infiltrado a un grupo de “distractores”, algunos de ellos ciudadanos rusos, a quienes se les había prometido 10.000 dólares para organizar “desórdenes masivos”.
¿Cuáles son los actos de violencia que se produjeron?
Aproximadamente unas 25 personas fueron interrogadas este pasado domingo, de las que siete están detenidas por pertenecer a un grupo de “desestabilizadores” pagados por Rusia. Su misión era generar actos de violencia durante las protestas, organizadas por la formación política creada por el empresario prorruso, Ilhan Shor.
Además, la policía informó que arrestó a 54 manifestantes, entre ellos 21 menores, por exhibir “conducta cuestionable” o por portar artefactos prohibidos, incluyendo por lo menos un cuchillo. Por si esto fuera poco, se produjeron cuatro avisos de bomba, una de ellas en el aeropuerto de la capital moldava.
Versión de Estados Unidos
Esto obligó a evacuar a los pasajeros y paralizó temporalmente los servicios de facturación. Según Estados Unidos, los partidarios del partido Shor pretendían crear células a través de toda Moldavia. Por ello, acusó a Rusia de querer desestabilizar este país de 2,6 millones de habitantes, con la finalidad de instalar allí un gobierno fiel a su causa.
Cernauteanu, además, aseguró que los organizadores de esos futuros disturbios formaron diez grupos de diez personas coordinadas desde Rusia, aún habiendo impedido los guardias fronterizos moldavos la entrada en el país de uno de los mercenarios del Grupo Wagner perteneciente al oligarca ruso, Evgueni Prigozhin.
Tensión y nerviosismo
De acuerdo a la versión policial, Shor fletó decenas de autobuses en el día de ayer para llevar a la capital de Moldavia al mayor número posible de personas para participar en las protestas. Los agentes, en su ejercicio de tratar de impedir su paso, pararon los vehículos y obligaron a sus ocupantes a bajarse de ellos.
La situación, tensa como de costumbre, provocó que tuvieran que seguir a pie hasta Chisinau. Fruto del nerviosismo, en las imágenes de la concentración difundidas por la televisión, se pudieron apreciar enfrentamientos con la fuerza del orden, que consiguieron evitar que los manifestantes irrumpieran en el interior del edificio del Parlamento.
¿Qué reclaman?
Desde hace varios meses, la oposición moldava marcha todos los fines de semana contra la política de la presidenta, Maia Sandu, que ha conllevado a un incremento de las tarifas del gas y la electricidad, y contra una posible implicación en el conflicto armado en la vecina Ucrania.
En la actualidad, Moldavia se encuentra dirigida por autoridades orientadas hacia la integración integración europea. No obstante, tiene que lidiar con la región separatista prorrusa de Transnistria, donde las autoridades pidieron a la ONU que investigue un atentado planeado contra varios altos cargos del que se culpa a Kiev. Los servicios de seguridad ucranianos (SBU) denunciaron inmediatamente las acusaciones como una provocación orquestada por el Kremlin.