Así engañas a tu cerebro cuando compras Lotería de Navidad: estos son los sesgos cognitivos que hacen que juegues
La mente humana trata de llevar a cabo una desviación de los procesos mentales habituales, haciendo que se interprete la realidad de manera errónea.
El ser humano es el único animal capaz de engañarse a sí mismo, logrando no aceptar una re”Ojos que no ven, corazón que no siente”, lo que significa que el desconocimiento evita el sufrimiento. En el ámbito científico esto recibe el nombre de sesgo cognitivo, es decir, una desviación de los procesos mentales habituales que llevan a una interpretación ilógica de la realidad.
En el ámbito de los juegos del azar es donde más se producen estos sesgos cognitivos, por ejemplo, en la Lotería de Navidad. Este sorteo lleva celebrándose en España decenas de años y se ha convertido en una tradición del mes de diciembre. En estos casos se produce más concretamente un ‘sesgo de confirmación’, cuando el cerebro trata de buscar únicamente la información que no contradiga sus creencias, descartando los factores que harían que se las replanteara.
El presentimiento del número ganador
En el caso de la Lotería del Gordo de Navidad, muchas personas aseguran tener un presentimiento sobre cuál será el número ganador, venciendo así al azar o la suerte. En términos matemáticos, la probabilidad de que compremos un número premiado es muy baja, siendo 1 entre 100.000 (0,00001%). No obstante, la gente opta por hacerse con los números que ‘más se han repetido’ en los últimos años, con la esperanza de ser afortunados, aunque esto nada tiene que ver. Este sesgo es el que se denomina ‘falacia del apostador’.
También existen otros sesgos cognitivos muy comunes en los juegos de azar, como puede ser:
- Ilusión del agrupamiento: En estos casos, se cree haber encontrado un patrón común a los números ganadores, por ejemplo, que empiece y termine con el mismo número.
- Heurística de disponibilidad: Esto se produce cuando decidimos comprar el boleto en una administración que ha repartido en más ocasiones números ganadores, como es el caso de la conocida ‘Doña Manolita’. El hecho de que este establecimiento venda más números hace que tenga más probabilidad de que un premio sea aquí, pero no implica que el comprador tenga más opciones que en otras administraciones.
- Falacia del costo perdido: En estos casos, la persona considera que como nunca le ha tocado la Lotería, como consecuencia de una especie de ‘justicia universal’, será el año presente en el que resulte ganadora. La realidad es que el azar no entiende de este tipo de justicia, por lo que la única forma de aumentar la probabilidad es comprando diferentes números.
- La ilusión del control: Se llevan a cabo estrategias como comprar el número de una fecha concreta, llevar una determinada prenda, hacerse con algún amuleto de la suerte… esto hará que se consiga ganar.
- Falacia de la frecuencia base: Este caso es similar a lo que ocurre con la administración de Doña Manolita, donde los compradores se centran solo en las ventas de este establecimiento y no en las totales. En estos casos si se tiene en cuenta la cantidad de números vendido y los premiados, sí se observa que ha tocado en un porcentaje alto. No obstante, si se tiene en cuenta las ventas totales se verá que las cifras no difieren tanto a las de cualquier administración.
El experto en juegos de azar, Francisc Csiki, reveló al diario The Sun que las probabilidades de resultar ganador en sorteos de este tipo son muy bajas.
Sin embargo, como recomendación afirmó que es preferible participar en juegos más pequeños para aumentar las posibilidades, por ejemplo, comprando más boletos de un mismo sorteo. Si bien, siempre es esencial tener presente en todo momento el presupuesto que se tiene para este tipo de juegos y no invertir más de lo que uno puede permitirse.
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