Una pareja firma un ‘contrato de noviazgo’: multa de 5.000 euros por poner los cuernos

Evitar las infidelidades es uno de los aspectos más básicos para aquellas personas desconfiadas y que inician una relación sentimental con otra persona. Muchas parejas tratan de encontrar soluciones a los problemas de inseguridad que puedan tener, como es el caso de una chica.

Fue el influencer Ceriarmy (@ceriarmy) quien publicó en su cuenta de Twitter el documento en el que se recogen las diferentes sanciones a las que podría someterse el chico en caso de ser infiel a su pareja. “Una chica le ha hecho firmar a su novio un contrato en el que cualquier engaño tiene una sanción de 500 a 5.000 euros”, escribió en un post en el que adjuntó cuatro fotografías, dos del escrito y una de ellas del hombre involucrado.

Precisamente, en la primera captura de pantalla figura un chat de Whatsapp en el que Verónica, la joven en cuestión, debatía con su actual pareja las condiciones de la relación. En la conversación, se puede observar que la chica alegaba ser “muy desconfiada” y que, basándose en sus conocimientos de Derecho, pretendía formalizar el contrato en caso de tener “algo serio”.

“Me gustaría que hiciésemos un contrato por si me pones los cuernos», escribió la joven, al mismo tiempo que aseguró la imposibilidad de que ella le sea infiel a él. “Por mí no hay problema. Esta noche lo hago (el contrato), mañana te lo envío y firmamos”, le respondió Gabriel, su actual novio. En otra de las capturas, aparece el chico posando con la copia del documento firmada por ambos.

Condiciones del contrato

En el primer apartado, tanto Verónica como Gabriel acordaron dar inicio a la relación sentimental “contando como fecha de referencia de la misma la fecha de firma” del propio contrato. Tanto el novio, como la novia, acordaron una serie de pactos y cláusulas penales previstas en caso de incumplimiento de cualquiera de las dos partes.

Las sanciones económicas son las siguientes. La primera, de 500 euros, se estableció bajo el compromiso de “no mantener conversaciones explícitas con terceras personas”. La segunda, que asciende a 2.000 euros, quedó fijada con el objetivo de evitar que cualquiera de las dos partes tenga “encuentros bucales con terceras personas (besos)”. La tercera y última, de 5.000 euros, queda decretada para impedir que cualquiera mantenga “relaciones sexuales fuera de la relación”.

Si cualquiera de los dos cometiera alguna de estas infracciones, deberán abonar la cantidad correspondiente a la parte afectada “en el plazo de dos semanas desde que esta última tuviera conocimiento de la infidelidad”. En el tercer y último punto, se recoge que las partes “podrán desistir unilateralmente por escrito del contrato en cualquier momento”.