Una pareja estadounidense que lleva cinco años en España: “Sería muy deprimente volver”

España es uno de los principales destinos turísticos en el mundo y está entre los diez países con mayor esperanza de vida. Estas razones lo hacen ser uno de los lugares más atractivos para mudarse, especialmente en la última etapa de la vida. Es muy común que jubilados de Alemania, Suecia o Dinamarca se muden a nuestro país para disfrutar sobre todo de un clima que no tienen en su país de origen. Aunque los jubilados británicos se llevan la palma en esta categoría, pese a que desde el Brexit los trámites burocráticos son más exigentes para completar el papeleo necesario.

El medio de comunicación estadounidense, CNN, ha entrevistado a Greg y Gail Warner, una pareja procedente de Indiana y Chicago respectivamente, que después de viajar por todo el mundo decidieron que querían pasar su jubilación fuera de Estados Unidos. Su última residencia allí fue Florida, donde llegaron en busca de sol, según cuentan, se fueron mudando cada vez más al sur de Estados Unidos huyendo del frío de sus ciudades de origen.

La pareja tenía una buena posición económica y no tenían hijos, por lo que podían viajar a destinos exóticos muy a menudo. Entonces pensaron que haciendo algunos sacrificios podrían jubilarse de manera anticipada y en otro país. Durante meses estuvieron tratando de elegir un lugar en el que pasar su jubilación y después de mucha discusión entre ambos se quedaron dos opciones: España y Singapur.

Finalmente, España fue la nación elegida, especialmente por la distancia de nuestro país con Estados Unidos. No querían pasarse 22 horas en un avión en caso de volver a su país para visitar a su familia o para tratar los problemas cardiacos de su perro. Cuentan, que en ese momento hicieron todos los trámites necesarios para solicitar la residencia en España, vendieron sus coches, su casa y “el 90%” de sus posesiones. Su destino en España sería la ciudad de Valencia, concretamente el casco histórico de la capital del Turia.

La adaptación a España

“Aproximadamente una semana después de jubilarme, estábamos en un avión rumbo a España” le dice Greg a CNN. Comentan que la adaptación a su nueva realidad fue bastante fácil: “Yo diría que, fácilmente en dos semanas, teníamos todo lo que pensábamos que necesitábamos” explicaba el estadounidense.

Ambos señalan la personalidad más alegre de los españoles y como las prioridades de sus vecinos eran muy diferentes a las que estaban acostumbradas en su país. “Me inspira constantemente la capacidad de las personas para disfrutar el momento (...) es estar contento con lo que tienes y disfrutar realmente de lo que te traiga el día” dice Gail.

Ambos coinciden en que lo único que les costó durante los primeros meses en Valencia fue el idioma, que les condicionó sobre todo a la hora de abrirse una cuenta bancaria. Pero señalan que ni nuestros horarios, ni nuestra siesta fueron un problema para ellos. “Si son las 2 de la tarde y piensas: ‘Oh, se nos acabó el jabón’, entonces tienes que esperar hasta las 5 de la tarde, si es que la tienda vuelve a abrir”, comenta Gail.

El sistema público de salud también es otra de las cosas que alaban de nuestro país. Comentan que en un inicio contrataron un seguro privado, era uno de los requisitos para obtener el permiso de residencia, pero que después de un año se afiliaron al sistema público. “Creo que el sistema de atención médica aquí es mucho mejor (…) La calidad de la atención es mejor y el coste es increíblemente más bajo”, explicaba Greg.

“Es el último lugar en el que querríamos estar sin tener que trabajar”

Respecto a volver a Estados Unidos, es una opción que la pareja ni siquiera contempla, explican que ahora España es su “hogar” y cuando volvieron por primera vez a Estados Unidos en 2023 se sintieron como si fueran extranjeros. “Me deprimiría mucho si tuviéramos que mudarnos de nuevo a algún lugar de Estados Unidos”, dice Gail que señala además que en este momento no hay ningún país que le atraiga más que España.

También fueron preguntados acerca de las inundaciones en Valencia y respondieron que ellos por suerte no les afectó, pero sí conocían amigos a los que las riadas les afectaron gravemente. Ambos estaban dispuestos a ofrecerse como voluntarios para limpiar las zonas más afectadas, demostrando que están completamente integrados en la sociedad valenciana y española.

Solo hay una cosa de la que ambos se arrepienten después de este tiempo en España: “no haberlo hecho antes”.

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