Una mujer estadounidense pregunta a ChatGPT y acaba en un pueblo francés de 8.000 habitantes: “Se siente mágico”

Con sus dos maletas y su bolsa de lona, Julie Neis entró por primera vez hace seis meses al pequeño pueblo de Uzès, Francia, para empezar su nueva vida. Originaria de Texas, Estados Unidos, Neis había sentido desde siempre una conexión especial con el país europeo. Todo comenzó con unas simples cases de francés en el instituto, para luego convertirse en una meta.

Su primer contacto con Francia fue en 2004, cuando Neis quiso mudarse a París. Allí vivió cinco años, pero pronto tuvo que volver a su país de origen para sa su carrera tecnológica. Con esta elección consiguió un buen trabajo con un buen empleo, pero su estilo de vida en Estados Unidos no le terminaba de convencer.

La ansiedad, la fatiga crónica y la depresión que sentía por su trabajo fueron la señal que Neis necesitaba para cambiar su estilo de vida. “Creo que mi sistema nervioso simplemente se quemó”, explica ella, según la CNN. Con el tiempo llegó a superar la ansiedad, la depresión y la fatiga, pero los dolores de cabeza y de espalda consecuentes de su estilo de vida seguían allí. Necesitaba un cambio.

ChatGPT le dijo dónde vivir

Neis dejó su trabajo corporativo y volvió a Paris, pero ya no era igual. El estilo de vida que ofrecía la capital francesa era “sobreestimulante” y la estadounidense no consiguió encontrar allí la tranquilidad que buscaba. Quería quedarse en Francia, pero sabía que París no era su destino ideal.

Preguntó a amigos sobre propuestas para su nueva vida, pero quien le dio la solución fue ChatGPT. “Sé que suena loco, dejar que la IA tome una decisión sobre tu vida”, admite Neis. “Pero me estaba aliviando del agobio que sentía y podría ser simplemente una aventura”, añade ella.

La estadounidense le contó a la IA sus planes y deseos para el futuro y ChatGPT le ofreció dos opciones. Por un lado estaba Sarlat-la-Canéda, al suroeste de Francia, y luego estaba Uzès. Ambos lugares parecían adaptarse a lo que Neis buscaba, pero la IA se decantó al final por Uzès.

Mientras planeaba su mudanza, Neis solicitó un Passeport Talent, un permiso de residencia para profesionales cualificados, inversores y emprendedores, y se mudó a Uzès. “Honestamente, se siente mágico”, confiesa ella después de varios meses viviendo en el pueblo. “No puede creer que esté viviendo aquí”.

Su vida en el pueblo

Se trata de un pequeño pueblo francés donde Neis pudo encontrar esa paz que deseaba en un principio. Si bien la bajada de sueldos y la subida de los precios es un tema que no agrada a la estadounidense, su mayor preocupación cuando llegó al pueblo francés fueron las amistades.

“Las amistades son importantes para mí”, afirma ella. Al principio fue difícil para la estadounidense encontrar su comunidad en el pueblo. Con el tiempo, gracias a su cuenta en la red social de YouTube, empezó a encontrar a otros residentes internacionales, en su mayoría jubilados. Neis extraña a veces las comodidades que ofrecía vivir en una ciudad estadounidense. Uzès no cuenta con grandes bazares y supermercados, pero ese es también parte de su encanto.

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