Una estadounidense se muda a Barcelona y explica por qué necesita 50.000 euros: “Tengo tres trabajos”

Zoe Dawn, antigua enfermera de Tampa, Florida, encontró una nueva vida en España después de acompañar a su hermano a Madrid por dos semanas y conocer al que es ahora su pareja. Según una entrevista publicada por La Vanguardia, Zoe viajó a España solo como visitante, pero después de conocer a Ángel, su vida dio un giro inesperado.

El ritmo de vida, las actividades cotidianas y la oportunidad de conocer idiomas y culturas nuevas terminaron de cautivar a Zoe, quien encontró en Barcelona su nuevo hogar junto con su pareja. En los dos años que lleva la estadounidense viviendo en España, además de las oportunidades que ofrece el país, también se ha percatado de los problemas financieros y burocráticos presentes en la zona. “Nada me preparó para el estrés de los trámites, los retrasos con papeles o cosas como quedarnos tres semanas sin agua caliente por culpa del casero”, explica ella al medio.

Zoe, antes enfermera en Estados Unidos, es ahora autónoma. Trabaja como gestora de redes sociales y creadora de contenido para dos empresas y lleva el marketng, a tiempo parcial, de la empresa de su padre. Además de los estudios, Zoe lleva la carga de tres trabajos como autónoma “y aun así llego husta a finales de mes, sobre todo por los impuestos de autónomos, que son altísimos comparados con EE.UU”, confiesa ella.

Dificultades para vivir

Después de dos años viviendo en Barcelona, Zoe cree necesitar entre 40.000 y 50.000 euros de sueldo anuales para poder vivir cómodamente en la capital catalana. “Los sueldos aquí no se ajustan al coste real de la vida”, explica ella. Uno de los mayores retos económicos para la estadounidense en España fue el alquiler. Según Zoe, la entrada de un piso en Barcelona puede ir de 40.000 a 100.000 euros si se piensa en comprar una vivienda.

Zoe recuerda en la entrevista la suerte que tuvo a la hora de encontrar piso. Solo necesitó tres días para poder recibir las llaves del alquiler, pero entiende que este es un caso excepcional en Barcelona, sobre todo para los extranjeros. La estadounidense destaca la calidad de la comida española, pero reconoce echar de menos los sabores de su tierra y la comodidad de poder coger el coche para llegar a cualquier sitio.

Moverse en Barcelona en coche puede llegar a ser todo un reto, sobre todo a la hora de aparcar, pero el día a día de sus ciudadanos, sus costumbres y la multiculturalidad que ofrece la ciudad acercan a Zoe cada día un poco más a España. Según la estadounidense, se puede vivir en la capital catalana sin saber español o catalán, pero ella quiere integrarse en la vida de su gente y para ello sí considera necesario aprender su idioma.

“Yo estoy en las clases del Consorci per a la Normalització Lingüística, que son gratuitas. Me ayuda a comprender más la cultura y a integrarme en la familia de mi pareja, que es muy catalana”, asegura ella. Entre sus planes de integración también tiene muy presenta la ayuda que está recibiendo de su pareja. Según Zoe, para los extranjeros es muy difícil poder conocer a personas locales y sabe que a través de su pareja ha podido integrarse de una manera casi imposible para cualquier extranjero sin contactos ni conocidos en el país.

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