Sociedad

Una bióloga revela que la roncha que aparece tras la picadura de un mosquito es, en cierta manera, “por tu culpa”

Laura Pinillas desvela cinco curiosidades que no todo el mundo conoce sobre estos insectos y sobre el comportamiento del cuerpo humano ante una picadura.

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Con la llegada del calor y el buen tiempo comienza una de las eternas batallas del ser humano contra uno de los insectos más molestos y ruidoso: los mosquitos. Poner mosquiteras en las ventanas, apagar las luces, utilizar velas con fuertes olores, cualquier remedio parece bueno con tal de tener una noche tranquila, pero no siempre funciona.

Un zumbido constante detrás de la oreja a las tres de la mañana y un picor insoportable en la piel avecinan lo que uno ya sabe: hay un mosquito cerca. Si solo fuera por el picor muchas personas dormirían tranquilas, pero el zumbido que desprenden sus alas hace que la noche parezca eterna. Pero, ¿por qué pasa esto? ¿Todos los mosquitos pican? ¿Por qué aparece esa especie de haba roja en la piel?

La bióloga española Laura Pinillas ha comentado en su cuenta celulau.bio en la red social de TikTok cinco curiosidades sobre estos insectos que no todo el mundo conoce y que pueden ayudar a entender mejor el comportamiento de nuestro cuerpo.

No todos los mosquitos pican

Cuando enciendes un farolillo en medio del campo y ves lo que parecen miles de mosquitos volando a tu alrededor, es importante que sepas que solo la mitad de ellos van a intentar picarte. Según la bióloga, las hembras son las únicas que se alimentan de sangre, pues necesitan de los componentes de esta para poder desarrollar sus huevos.

“Los machos tienen una vida mucho más tranquila”, confiesa Pinillas. A diferencia de lo que se pueda imaginar sobre estos insectos, los machos se alimentan únicamente de néctar y jugos vegetales azucarados. Al no necesitar los componentes de la sangre, estos prefieren alimentarse de flores y jugos.

No te pican con una aguja

A diferencia de lo que se cree, el aparato bucal de los mosquitos es mucho más complejo de lo que parece. Se compone principalmente de seis partes o piezas muy alargadas que en su conjunto funcionan como una aguja. Cada pieza tiene su propia función:

Cuatro de ellas se encargan de traspasar la primera capa de la piel y abrir un agujero para introducir las otras dos partes del aparato bucal. Una vez introducidas ambas, una de ellas busca el vaso sanguíneo y, una vez encontrado, la parte restante se introduce en este y deja su saliva.

Por qué aparece ese grano tan molesto

Una vez inyectada la saliva dentro del vaso sanguíneo, el sistema inmune comienza una serie de estrategias de protección para mantener a salvo el resto del cuerpo. Pero, “la clave está en qué lleva la saliva”, confiesa la bióloga. Para evitar que el animal o la persona en cuestión sienta el picotazo y así el mosquito pueda trabajar sin interrupciones, la saliva de este insecto lleva un componente analgésico que adormece la parte atacada.

La saliva también cuenta con factores anticoagulantes para que el vaso sanguíneo no se tapone por la herida y garantizar un flujo constante. La circulación, en estas circunstancias, podría verse también afectada si no fuera por sustancias que contiene la saliva que dilatan los vasos y aseguran que, pase lo que pase, la sangre seguirá fluyendo con normalidad.

Algo pasa en tu cuerpo

La llegada de todas estas sustancias nuevas que deja la saliva a los vasos sanguíneos activará una alerta en todo su organismo. “El sistema inmune no es tonto”, afirma la bióloga, “se percatará de la cantidad de sustancia nuevas que hay en tu cuerpo”. Como respuesta a este ataque, el sistema prepara una contraofensiva que, aun garantizando la seguridad del cuerpo, provoca una sensación insoportable y que todo el mundo conoce.

Para proteger el cuerpo el sistema inmune suelta histamina, provocando enrojecimiento en la piel, hinchazón y un picor intenso. Esta molestia que en un principio parece ser causa del picotazo del mosquito, es en realidad consecuencia de las decisiones que toma nuestro sistema inmune.

Un remedio casero que funciona

Untarse ungüentos o cremas contra el picor, ponerse algo frío sobre la parte enrojecida o hacer una cruz con las uñas sobre el haba que acaba de aparecer sobre nuestra piel parecen ser los mejores remedios contra el picor. No obstante, dejando estos trucos de lado, Pinillas opta por una elección casera y eficaz: el amoniaco.

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La bióloga explica que este compuesto actúa como una base contra el picor y el enrojecimiento de la piel. De esta manera neutraliza el acidez y hace que las señales nerviosas que van de esa zona de nuestro cuerpo al cerebro se bloqueen y dejemos de sentir malestar. La experta advierte además que este compuesto debe de usarse con moderación, pues una dosis demasiado alta puede provocar quemaduras en la piel.

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