COVID

Un nuevo estudio no descarta el origen de la COVID en un laboratorio

Los investigadores han empleado una herramienta de análisis de riesgos preparada para diferenciar epidemias naturales y no naturales. Pese a no probar el origen del SARS-CoV-2, los expertos no descartan su origen en un laboratorio.

Foto: Jesus G. Feria | La Razón

Ya han pasado cuatro años desde que la COVID-19 cambió nuestras vidas y provocó que toda la población se tuviese que quedar en sus casas aislados del resto de las personas debido a la alta mortalidad que presentaba el virus. A día de hoy, parece que la pandemia y el confinamiento ya se han quedado en el pasado pese a los aún presentes casos que hay. Pero lo que aún desconocen, tanto muchos científicos como gran parte de la población mundial, es el origen del coronavirus.

Las primeras teorías y estudios científicos señalaban que el origen de esta enfermedad podía provenir de los animales, concretamente de los murciélagos. Pero esta teoría, de un origen zoonótico, no ha calado en gran parte de las personas debido a la falta de pruebas concluyentes. Un estudio realizado por expertos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) y publicado recientemente en la revista “Risk Analysis”, sugiere que el origen del COVID-19 podría no ser natural. De esta forma, aún se mantiene la teoría de que el virus surgió de un laboratorio.

Posible origen no natural

Para determinar dicha conclusión, los investigadores recurrieron al uso de una herramienta de análisis de riesgos preparada para diferenciar epidemias naturales y no naturales, la herramienta de evaluación Grunow-Finke modificada (mGFT), para estudiar el origen del COVID-19. El estudio señala que la evaluación de riesgos no puede demostrar el origen específico del virus, pero muestra que no se puede descartar fácilmente la posibilidad de un origen de laboratorio.

A la hora de emplear el análisis de riesgos, este sistema establece 11 criterios para proporcionar una probabilidad de origen natural o no natural. Gracias a diversas fuentes de información, los investigadores lograron aplicar la herramienta mGFT al origen del SARS-CoV-2.

11 criterios para determinar el origen del virus:

  1. Riesgo biológico: Un entorno geopolítico donde podría originarse una amenaza biológica, presente en áreas donde se investigan, desarrollan, producen o almacenan patógenos peligrosos, con posibilidad de liberación debido a fallos de seguridad o daños en el laboratorio, o si este se encuentra cerca del brote.
  2. Tensión inusual: Cepas atípicas, raras, antiguas, emergentes, con mutaciones, ingeniería genética o biología sintética, que pueden mostrar mayor virulencia, estabilidad ambiental inusual, resistencia a medidas terapéuticas, o adaptación para una fácil transmisión entre personas.
  3. Distribución geográfica peculiar de enfermedades: Identificación por primera vez en una región o reaparición después de largo tiempo, comparada con la ubicación de posibles patógenos relacionados.
  4. Alta concentración del agente biológico: Concentraciones inusualmente altas en aire, suelo y agua, alrededor del área de aparición de la enfermedad.
  5. Intensidad y dinámica de la epidemia: Caracterizada por el porcentaje de casos por unidad de tiempo o el número total de casos.
  6. Modo de transmisión peculiar del agente biológico: Desviaciones de los modos de transmisión esperados pueden indicar un origen no natural.
  7. Época especial de la epidemia: Ocurrencia fuera de las estaciones típicas o intervalos de tiempo esperados.
  8. Propagación rápida de la epidemia: Determinada por el R0, modo de transmisión, virulencia, dosis de exposición y susceptibilidad de la población.
  9. Limitación de la epidemia a una población específica: Ocurrencia en grupos heterogéneos o seleccionados por razones políticas, militares, religiosas, culturales o étnicas.
  10. Manifestación clínica peculiar: Síntomas reflejan modo de transmisión o características inusuales como resistencia a medicamentos, vacunas o patología inesperada.
  11. Circunstancias sospechosas y conocimientos identificados antes, durante o después del brote.

El resultado del análisis finalizó con una valoración de 41/60 puntos (68%), con una alta confiabilidad entre evaluadores (100%), lo que indica una mayor probabilidad de un origen no natural que natural del SARS-CoV-2. Sin embargo, los investigadores señalan que este estudio no puede probar el origen del SARS-CoV-2, pero busca mostrar que no se puede descartar fácilmente la posibilidad de un origen de laboratorio o artificial.

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