Un misterioso objeto metálico aparece en una playa

Nunca se sabe lo que va a traer la marea. Esto es cierto en todos los sentidos, en el literal y en el figurado. En Australia saben mucho de eso. Al fin y al cabo, tienen kilómetros y kilómetros de costa. Así que, de vez en cuando, las olas arrastran hasta la -inmensa- isla algo único y extraño. En este caso, el artefacto varado es un enorme cilindro bañado en oro. El origen es, de momento, desconocido. Pero hay hipótesis -siempre hay hipótesis-.

Casi pareciera un trozo del motor del Nautilus de Verne. O un fragmento de la máquina del tiempo de Wells. Pero, lo más seguro, es que sea un desecho espacial -que tampoco está mal-. Al menos, esa es la teoría que baraja la Agencia Espacial Australiana. Y así lo han transmitido a través de un comunicado en su cuenta de Twitter. Aunque, claro, nunca faltan los que hacen cábalas mentales y ven conspiraciones por las esquinas.

Algunas personas han llegado a especular con que se trata de un fragmento del avión de Malaysia Airlines que desapareció sobre el Océano Pacífico en 2014. Pero todo indica que el material no coincide con ninguno que se pueda encontrar en una aeronave comercial. Es difícil, no obstante, no dejarse llevar un poco por la imaginación en una situación así. Especialmente para los habitantes de la tranquila localidad de Green Head -que apenas son 300-, en cuyo término hizo acto de presencia el críptico mamotreto.

Material desconocido

El vecino que se topó con el bulto del enigma tuvo el buen juicio de alertar raudo a las autoridades. Pero eso no impidió que un nutrido grupo de curiosos se agolpara en la escena. Es de suponer que no todos los días llama a la puerta de un pueblo tan pequeño un misterio tan grande. Aún así, la policía fue muy clara. Dado que no se conocen todavía detalles del material, se urge a los civiles a no tocarlo.

Parece la versión más plausible la de la basura espacial. De confirmarse, no dejaría de ser extraordinario. Algo que, después de haber surcado la fría noche extraterrestre, acude, mecido por la marea, a las inmediaciones de un pequeño y tranquilo lugar donde las gentes viven y se relacionan ajenas a la enormidad del universo. Todo, hasta lo lejano, está mucho más cerca de lo que parece.