Un jubilado denuncia el ‘error’ de la Seguridad Social que le ha hecho perder 1.450 euros de pensión: “No es justo”
El tribunal respalda a la Seguridad Social; expertos en derecho social advierten que este tipo de fallos erosiona la confianza en el sistema.
Un hombre de 82 años, tras 45 años de trabajo realizando aportaciones al sistema de la seguridad social, ha visto rechazado su derecho a pensión de vejez en Portugal. El Tribunal Administrativo y Fiscal respaldó la decisión de la Seguridad Social, argumentando que el solicitante no cumplía los requisitos legales vigentes. El caso, que parece contradecir la lógica social (cotizas, recibes pensión), ha desatado un debate sobre justicia, sostenibilidad y la interpretación de la ley.
La sentencia se apoya en una interpretación estricta de la normativa: el solicitante no habría acreditado el tipo de contribución exigido en los últimos años previos a la jubilación. Según la Seguridad Social, las cotizaciones realizadas no encajaban en el régimen que otorga derecho a pensión completa. El tribunal, en lugar de aplicar un criterio de proporcionalidad, ratificó la decisión administrativa.
El caso revela una tensión creciente en Europa: la sostenibilidad financiera de los sistemas de pensiones frente a la equidad individual. Portugal, como otros países, se enfrenta a un envejecimiento acelerado y presión sobre las cuentas públicas. Sin embargo, no parece justo que un ciudadano que aportó durante 45 años quede excluido por tecnicismos.
Expertos en derecho social advierten que este tipo de fallos erosiona la confianza en el sistema. Si la percepción pública es que “cumplir no garantiza recibir”, el contrato social se resquebraja.
La noticia ha generado indignación en redes y asociaciones de pensionistas. Para muchos, el caso simboliza una burocracia que olvida la dimensión humana. “No es solo una pensión, es el reconocimiento a toda una vida de trabajo”, señalan colectivos ciudadanos. Políticamente, el asunto podría escalar. Portugal ha aprobado reformas para endurecer requisitos y contener el gasto, pero este tipo de decisiones alimenta la narrativa de injusticia y podría convertirse en munición electoral.
¿Cómo lo hacen otros países?
En España, el sistema contempla pensiones proporcionales: aunque no se cumplan todos los requisitos, las cotizaciones generan derecho a una prestación mínima. Francia y Alemania aplican mecanismos similares, evitando que décadas de aportaciones queden sin retorno. Portugal, en cambio, mantiene un marco más rígido, lo que explica casos como este. La pregunta es si la sostenibilidad debe lograrse a costa de la equidad.
Noticias relacionadas
El caso del jubilado portugués no es solo una anécdota judicial, es un síntoma de un problema estructural. Europa necesita sistemas de pensiones sostenibles, pero también justos. Cuando la ley contradice la lógica social, la confianza se rompe. Y sin confianza, ningún sistema sobrevive.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí