Si no te gusta recibir visitas en casa, la psicología dice que tienes estos rasgos comunes

La irrupción de la tecnología y las redes sociales ha hecho parecer casi obligatorio la disponibilidad inmediata de todos para todos. No hace tanto solo estábamos disponibles en casa, con el teléfono fijo, mientras que ahora te pueden llamar en cualquier momento, sin importar dónde te encuentres o lo que estés haciendo.

Pasar tiempo a solas y en el hogar es algo mucho más común de lo que creemos. En un mundo cada vez más interconectado, muchos deciden dar un paso atrás, darse más tiempo a uno mismo y dedicarlo a otras cosas que nos hacen felices, sin necesidad de estar acompañados. Si lo llevamos un poco más lejos, hay gente reacia a recibir visitas constantemente.

¿A qué se debe esto? Desde la perspectiva de la psicología ambiental, el entorno doméstico se relaciona directamente con el bienestar emocional de las personas. Un estudio del equipo de Hamburg City Health Study (Alemania) aseguró que la evaluación subjetiva del ambiente del hogar (la sensación de seguridad, ausencia de ruidos molestos o vistas agradables) se asocia con menores niveles de ansiedad. En ese marco, limitar las visitas y escoger solo las que queramos puede beneficiar al individuo.

En un reportaje de El País, la psicóloga Mercedes Bermejo explicó que ser reacio a recibir visitas “no nos convierte en personas introvertidas o con problemas para socializar”. “Puede deberse a muchos factores: que nos guste más quedar en otros lugares, que estemos muy cansados como para invitar a gente a casa o que vivamos con personas mayores o dependientes”, explicó.

El reportaje mencionado realizó una encuesta sobre recibir visitas. La mayoría de los participantes (85,9%) recibía visitas en casa, mientras que el resto (14,1%) nunca invitaba a amigos y familiares por tres razones: no les gustaba su casa por falta de espacio u otras razones (28,7%), no les gustaba recibir visitas (22,6%) o porque supone mucho esfuerzo (10%).

La psicóloga también pone sobre la mesa el componente familiar, es decir, si hemos tenido una familia que ha celebrado muchos eventos, reuniones, comidas… es probable que hayamos heredado el hábito. También depende del carácter: “Hay personas que disfrutan siendo anfitriones, suelen ser personas extravertidas y sociables, pero también puede darse en perfiles más tímidos, que prefieren quedar en su casa porque en ella se sienten más seguros a la hora de socializar”, señala, por otra parte, la psicóloga Paola Graziano.

¡Tus opiniones importan!

Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí