¿Se puede quedar la Guardia Civil las narcolanchas incautadas en las costas de Cádiz?
No, porque una denuncia por peligrosidad puesta en 2021 causó el cese inmediato del uso de estas embarcaciones incautadas por parte del cuerpo policial.
Hace tan solo unos días, dos agentes de la Guardia Civil murieron después de que una embarcación de narcotraficantes se estrellase contra ellos en Barbate, Cádiz. Las ‘narcolanchas’ empleadas por los delincuentes son vehículos grandes y pesados capaces de alcanzar velocidades de hasta 110 kilómetros por hora. Sin embargo, fueron prohibidas por el Gobierno de España en 2018.
Según recoge La Sexta, la Guardia Civil solía reutilizar las embarcaciones incautadas a los delincuentes para poder luchar contra el narcotráfico “en las mismas condiciones”, puesto que las naves del cuerpo policial tenían características considerablemente inferiores. Para poder usarlas había que solicitar una autorización judicial e incorporarlas a las Unidades Navales del Servicio Marítimo de Algeciras.
Las popularmente conocidas como ‘narcolanchas’ destacaban por tener “12 metros de eslora y tres motores de 250cv”. Además de por su capacidad de alcanzar altas velocidades y transportar grandes capacidades de carga. A su vez, estos vehículos cuentan con GPS, radar, radio VHF y sistemas de navegación nocturna, unas características muy por encima que las que utiliza la Guardia Civil.
Ya no se pueden utilizar
No obstante, esta situación cambió por completo en noviembre de 2021. La Jefatura de Costas y la Policía Marítima de la Guardia Civil ordenaron el cese inmediato del uso de estas narcolanchas con motivo de una denuncia previa sobre la peligrosidad de estas embarcaciones, puesto que no reunían las condiciones de seguridad adecuadas. Por lo que, ahora, la Guardia Civil no podrá utilizar las lanchas incautadas en las costas de Cádiz en los recientes acontecimientos.
Una flota marítima “muy envejecida”
El cuerpo policial comenzó a reformar y utilizar las embarcaciones de los narcotraficantes con el fin de igualar condiciones técnicas con los vehículos de los delincuentes. La denuncia, aunque necesaria por cuestiones de seguridad, volvió a dejar a la Guardia Civil en una posición muy por debajo de los clanes de droga, quienes utilizan unas lanchas con una potencia claramente superior.
En enero de 2024, el Ministerio de Interior confirmó en una memoria justificativa que la flota del servicio marítimo está “muy envejecida”. Concretamente, fuentes del Gobierno aseguran que la tercera parte de dicha flota tiene aproximadamente 20 años de antigüedad, siendo incluso más en algunos casos. Por este motivo se llevó a cabo la compra de tres nuevas embarcaciones patrulleras de alta velocidad.
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