¿Se puede congelar el roscón? Así puedes comprobar si puedes meter al congelador tu dulce de Reyes
El roscón en sus diferentes variedades es uno de los dulces típicos de la época de Navidad, tradicionalmente consumido el 5 y el 6 de enero
La llegada de la Navidad trae de su mano muchas tradiciones que cada año los españoles siguen. Las típicas comidas y cenas, los decorativos, actividades comunes en estas fechas y por supuesto la comida tradicional navideña, especialmente los dulces.
El turrón, los polvorones o los mazapanes son algunos de los postres o dulces de sobremesa que llegan a los supermercados y las casas españolas a finales de cada año y no pueden faltar en una buena celebración navideña, pero sin duda la gran estrella de estas fechas es el roscón de Reyes.
Este bollo aparece en la recta final de la Navidad, cuando se acerca la llegada de los Reyes Magos el día 6 de enero, que llenan las casas de ilusión y alegría con sus regalos. Tradicionalmente el roscón se consume el día 5 de enero, en las cabalgatas, y el día 6 de enero cuando los tres reyes de Oriente ya han pasado a dejar sus obsequios navideños.
El roscón tiene muchas variedades, desde estar hecho artesanalmente hasta en producciones industriales, relleno de nata, trufa, chocolate o sin relleno, con fruta escarchada o sin ella, acompañado de un chocolate caliente o de un café... Cualquier forma es válida para consumir este dulce tan tradicional que augura el fin de la Navidad.
¿Se puede congelar el roscón de Reyes?
El roscón de Reyes es un dulce tan sabroso como contundente. Muchas familias que celebran la llegada de los Reyes Magos con este bollo se encuentran después con la incertidumbre de cómo conservar lo que no se consume en el mismo día.
El roscón se puede guardar en el frigorífico, pero no es la mejor forma de conservarlo, ya que la masa del bollo puede resecarse excesivamente. En cambio, sí que se puede congelar, cortado en porciones y cada una de ellas envuelta individualmente. Es mejor congelarlo si no lleva relleno, ya que si no por ejemplo la nata, a no ser que lleve estabilizantes, se puede terminar estropeando. Para descongelarlo la mejor manera es dejarlo a temperatura ambiente y después meterlo al microondas unos minutos, siempre a baja temperatura.