Sanidad se posiciona sobre una subida de los impuestos al tabaco y a los cigarrillos electrónicos
Según los expertos, incrementar el precio de las cajetillas es una de las herramientas más eficaces para que la gente deje de fumar y reducir así su consumo.
Uno de los objetivos en este 2024 del Ministerio de Sanidad es sacar adelante un Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo con el objetivo de frenar su consumo. Para ello, pretende impulsar medidas fiscales que graven el precio de las cajetillas, ya que España se encuentra entre los países con los precios más bajos de Europa, y una subida de impuestos sería una solución disuasoria sobre todo entre los más jóvenes.
En España, el precio medio de una cajetilla se sitúa en 4,5 euros, una cifra muy atractiva a nivel internacional, puesto que, según informa Heraldo, en Irlanda el tabaco puede costar ocho euros más caro, e incluso en Reino Unido puede llegar hasta los 23 euros por cajetilla. También existe una diferencia sustancial con respecto a otros países más cercanos, como en Alemania donde el tabaco vale de media 7 euros, o en Francia que asciende hasta los 10 euros.
Por ello, según fuentes del Ministerio de Sanidad han confirmado a la Cadena SER, una de las principales medidas del Plan Antitabaco que está ultimando la ministra de Sanidad, Mónica García, es una nueva subida del precio de los cigarrillos en el país. No obstante, para su desarrollo debe contar con Ministerio de Hacienda y Función Pública que es “quien tiene la última palabra”, ya que “Sanidad no tiene competencia”.
El precio: una herramienta eficaz
El Ministerio de Sanidad explica que la estrategia pretende “impulsar el establecimiento de medidas fiscales consistentes en el incremento de los tipos impositivos de los productos incluidos en el ámbito objetivo de Impuesto sobre las Labores del Tabaco, a fin de lograr un incremento de los precios de dichos productos”.
Según los expertos, incrementar el precio del tabaco es una de las herramientas más eficaces para que la gente deje de fumar y reducir así su consumo. Sobre todo se espera que esta medida afecte a los jóvenes que, por lo general, cuentan con un nivel adquisitivo más bajo al de un adulto promedio.
A su vez, el Plan Antitabaco prohibirá fumar en las terrazas y regulará los vapeadores, puesto que sus sabores afrutados han supuesto un mayor acceso de los jóvenes a la nicotina. Además, se busca establecer una nueva figura impositiva que establezca un gravamen específico para las nuevas formas de fumar, en especial para los cigarrillos electrónicos con nicotina.