Retrasar la jubilación aumenta el riesgo de morir, según un estudio de Fedea

La edad de jubilación en España está fijada en 65 años para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social 38 años, mientras que para los trabajadores cuyo período de cotización sea inferior al fijado por ley, la jubilación se producirá a partir de los 66 años y seis meses.

Retrasar la edad de jubilación al menos en un año, puede repercutir en la esperanza de vida de los empleados, según un estudio realizado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). El informe advierte que retrasar la salida del mercado laboral podría aumentar el riesgo de morir entre los 60 y los 69 años.

Impacto en la salud y la economía social

El estudio destaca que el riesgo de morir anticipadamente aumenta en las profesiones que exigen un gran esfuerzo físico o generan un alto estrés emocional y mental. Por el contrario, el riesgo disminuye en los empleos que permiten una jubilación parcial, reduciendo horas a partir de cierta edad. La investigación se basa en el impacto de una reforma de 1967 que endureció las condiciones para la jubilación anticipada.

Además, el estudio calcula que un aumento de 0,46 años en la edad al morir representa una pérdida social valorable de aproximadamente 8.564 euros por trabajador. Aunque el retraso en la jubilación genera beneficios adicionales para el sistema de pensiones, incluyendo un ahorro a la Seguridad Social de 3.228 euros por jubilado y un incremento de ingresos fiscales de 1.925 euros, los expertos concluyen que estos ahorros no compensan la pérdida social asociada a la reducción de la esperanza de vida.

Recomendaciones para las políticas de jubilación

Ante estos datos, los autores del informe sugieren que es esencial diseñar las políticas de jubilación con un enfoque más matizado, considerando el grado de exigencia física, emocional y mental de las distintas ocupaciones a la hora de fijar las edades mínimas y legales de jubilación. Recomiendan introducir mecanismos flexibles de jubilación anticipada y parcial, que permitan a los trabajadores ajustar sus horas en la parte final de su carrera laboral.

Sin embargo, a pesar de estas recomendaciones, el Gobierno sigue promoviendo incentivos para la jubilación tardía. La reforma de pensiones introducida en junio, llevada a cabo por el entonces ministro de Inclusión, Seguridad y Migraciones, José Luis Escrivá, ofrece un aumento del 4% en la cuantía de la pensión por cada año adicional trabajado más allá de la edad legal de jubilación, así como una cantidad fija por cada año que se cotice de más.

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