SOCIEDAD

¿Pueden los perros sufrir quemaduras solares? Así puedes evitarlo

Sí pueden sufrir quemaduras a causa del sol. No cortar su pelaje, aplicar protección solar, y evitar su exposición al sol en horas centrales del día, claves para evitar quemaduras.

Al igual que los seres humanos, los cánidos son sensibles al sol. Dependiendo del tipo de perro que sea, su riesgo a la exposición del sol será mayor o menor en función de características como su pelaje, que al igual que en invierno sirve para protegerse del frío, en verano, protege del impacto de los rayos solares en su piel.

Por lo tanto, al igual que los seres humanos, los perros son vulnerables a los efectos dañinos del sol, especialmente en zonas donde no les protege el pelaje (hocico, punta de la nariz, interior de las orejas, contorno de los ojos y boca, barriga o la cara interna de las patas): “El pelaje de un perro es más que solo una estética característica, es una parte esencial de su anatomía que cumple funciones vitales para su bienestar durante todas las estaciones, incluido el verano”, aseguran expertos del blog de Tiendanimal.

De tal forma, la metodología a llevar a cabo para evitar quemaduras a causa de los rayos solares UVA (rayos ultravioleta A) Y UVB (rayos ultravioleta B) - las más frecuentes que emite el sol - será la misma que la que utilizan los seres humanos.

¿Cómo evitar que tu perro se queme con el sol?

Siguiendo algunas de las recomendaciones posteriormente enumeradas, podremos conseguir que nuestra mascota no tenga que sufrir algunas de las consecuencias que provocan las quemaduras solares en los cánidos (Piel roja o rosada en áreas muy concretas, sensibilidad excesiva y dolor al tacto, nariz roja y seca, sequedad y descamación, ampollas, picor en las zonas quemadas o fiebre).

¿Cómo evitar que tu perro se queme?

  • No rapar al perro. (En caso de necesidad, solamente requiere un corte parcial y no total).
  • Evitar la exposición al sol durante las horas centrales (no sacar al perro en las horas de mayor exposición al sol y de calor).
  • Hidratar de forma constante a la mascota.
  • Aplicación de protección solar (canina) en las zonas más expuestas a los rayos de sol.
  • Aplicación de cremas y geles especiales para proteger sus patas.

En caso de duda, siempre consultar con un profesional especializado para un asesoramiento específico y personalizado en cada caso.

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