¿Por qué aún no se han limpiado las calles ni los coches de los pueblos de Valencia afectados por la DANA?
La Asociación de Desguaces de la Comunidad Valenciana (Adecova) alerta de que no tienen capacidad para gestionar semejante volumen de vehículos.
La prioridad cuando ocurre una tragedia se enmarca en lo urgente, luego lo importante. Y hay localidades que necesitan urgentemente establecer una mínima normalidad para volver a transitar calles, reparar infraestructuras, habilitar viviendas, trabajar.
Y es en lo importante donde no hay que perder el foco, pero tras lo urgente. Y la recogida de coches está siendo lenta para algunos, pero eficaz. El volumen es abrumador pero se está trabajando en ello.
Desde la Asociación de Desguaces de la Comunidad Valenciana (Adecova) han avisado que no tienen capacidad para gestionar el volumen de vehículos que acogen ahora mismo, por lo que se han ampliado, sin límites y durante seis meses, el máximo de tiempo que los desguaces tradicionales pueden recepcionar.
70 puntos de chatarra
En la Zona de Actividad Logística del Puerto de Valencia habilitada por la Generalitat para remolcar los vehículos retirados de vías principales muy afectadas, como la V-30 y la V-31, hay ahora mismo 70 aparcamientos para chatarra improvisada.
Faconauto, patronal de los concesionarios de España, calcula pérdidas de 490 millones de euros por la DANA, no sólo por los coches de los usuarios, sino también por los de los concesionarios, hasta 30 han visto arrasado su stock.
Según el Consorcio de Compensación de Seguros, dependiente del Ministerio de Economía, las primeras indemnizaciones fueron abonadas el pasado miércoles tras las ayudas que el Gobierno anunció hace unos días.
Desde hace 10 días se ven montoneras de coches que van poco a poco organizándose. El acceso a las zonas no ha sido fácil, la maquinaria requiere espacio y profesionales cualificados. Los distintos municipios han ido habilitando zonas de desguace a las afueras que tienen capacidad limitada, y por eso poco a poco se están ordenando los vehículos arrasados, una tarea ingente y que requiere tiempo. Y, sobre todo, organización de cómo hacerlo de la manera más eficaz.
Es lo mismo que ocurre con la limpieza de las calles. De lo más urgente, a lo menos, aunque ahora mismo todo sea una zona devastada. Avenidas de mayor tránsito, a menos tránsito. Acceso a viviendas, comercios, seguridad, colegios, centros de salud, como prioridad. El ejemplo de Filomena es válido para este momento, más de 15 días después, se retiraron 700 coches abandonados en las carreteras.
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