Nueva línea de investigación en el ‘caso Madeleine’: buscan ADN en una furgoneta
Se trata de una Mercedes Sprinter blanca que Christian Brueckner, principal sospechoso, conducía en Portugal los días que la niña desapareció.
Hace tan solo unas semanas se conocían nuevos detalles sobre el ‘caso Madeleine’, centrando el foco de atención en Ralph H. debido a su posible vinculación con el principal sospechoso: Christian Brueckner. Ahora, se ha producido un nuevo giro en la investigación. La policía federal alemana (BKA) se encuentra actualmente buscando pruebas y/o ADN de la pequeña en la furgoneta que conducía el sospechoso durante su los días de la desaparición.
Según informa el diario británico The Sun, gracias unas imágenes difundidas por este medio las autoridades alemanas han descubierto que Brueckner había alquilado una furgoneta Mercedes Sprinter blanca que conducía en Portugal los días que la niña británica desapareció en 2007. El vehículo se encontraba estacionado a las afueras de la denominada “guarida” del sospechoso.
Ahora, la policía alemana se encuentra investigando al detalle el interior del vehículo, en busca de restos de ADN o cualquier rastro de la menor desaparecida hace 17 años cuando estaba de vacaciones con su familia en Portugal. El objetivo de la investigación es dar con algún indicio que pueda volver a reactivar el caso.
“No se habría borrado todo el ADN”
Se sabe que Brueckner alquiló esta furgoneta blanca y posteriormente fue debidamente limpiada tras su devolución por la misma empresa de renting. Sin embargo, el empleado del taller que limpió el vehículo ha asegurado al diario británico que “no se le habría borrado todo el ADN”. “Aún podría haber pelos y otros rastros de cualquiera que estuviera dentro”, asegura.
Por cuestiones de protección de datos, no se han podido publicar las fechas exactas ni más detalles con respecto al automóvil. Lo que sí es seguro es que Brueckner se enfrenta a cargos por tres delitos de violación y dos de delito de abuso sexual de menores, todos presuntamente cometidos en Portugal entre los años 2000 y 2007.
Aunque ahora se encuentra cumpliendo una condena de siete años por la violación de una turista norteamericana, todavía sigue siendo el principal sospechoso de un crimen que lleva casi 17 años sin resolver. Por ello, la policía alemana trabaja sin descanso para poder dar con algún rastro de ADN que vuelva a poner sobre la mesa el caso y, por ende, ponga fin al sufrimiento de la familia.
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