Le despiden dos veces en la misma empresa, el trabajador apela y la Justicia dicta sentencia: improcedente y 46.000 euros
Entre el 14 y el 29 de diciembre de 2023, la empresa despidió a su empleado dos veces, después de que el espía contratado lo pillase saliendo a correr.
Un trabajador de la empresa Transcinca S.A. ha recibido una indemnización de más de 46.000 euros tras ser despedido dos veces en tan solo dos semanas. Tras un proceso judicial, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha considerado que la empresa vulneró los derechos laborales del empleado y ha declarado improcedente el despido.
Los hechos ocurrieron de la siguiente forma. El trabajador, cuyo nombre ha sido omitido para preservar su identidad, era gestor de transporte en la empresa, donde cobraba un sueldo de 3.238 euros al mes. El 8 de noviembre de 2022 comenzó una situación de incapacidad temporal por cervicalgia. Más tarde, en junio de 2023, el trabajador continuaba en tratamiento con psicología por trastorno adaptativo mixto con ansiedad y estado de ánimo depresivo.
Sin embargo, el 14 de diciembre de 2023, la empresa decidió despedirle mediante un burofax por “motivos disciplinarios”. Lo extraño vino seis días más tarde, el 20 de diciembre de 2024, cuando la empresa anuló el despido para, de forma rocambolesca, rescindir su contrato de nuevo el 29 de diciembre de 2023.
El trabajador llevó el caso a los tribunales. El Juzgado de lo Social Único de Huesca dictaminó el 21 de mayo de 2025 lo siguiente: “Estimo parcialmente la demanda de despido interpuesta. Por lo que, desestimando la solicitud de nulidad, y estimando la solicitud subsidiaria, declaro improcedente el despido, condenando a la empresa a readmitir al actor, o bien que se le indemnice con la suma de 46.665 euros”.
Tras esta decisión, la empresa presentó un recurso ante el TSJA, apelando que el único despido se produjo el 29 de diciembre. Sin embargo, el Tribunal explicó que, como el trabajador no aceptó en ningún momento la reincorporación tras el primer despido, el primero fue válido. La empresa también alegó que el trabajador había violado la buena fe contractual porque un espía lo había pillado saliendo a correr, un ejercicio de nivel moderado, durante su incapacidad temporal.
Sin embargo, el TSJA volvió a desestimar la petición de la empresa porque consideró que salir a correr no se puede comparar con una jornada laboral ordinaria, ni tampoco se puede comprobar que una carrera afectase a su recuperación, y en especial, a la hora de mejorar el estrés por el que pasaba el trabajador.
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