Las escaleras ‘trampa’ de Madrid donde encallan taxis y VTC
Un nuevo conductor de VTC deja el coche haciendo el pino en las escaleras de la plaza de Pedro Zerolo, en Chueca.
Hay unas escaleras en Chueca (Madrid) que aparece en las pesadillas de los taxistas. Se encuentran en la plaza de Pedro Zerolo, al lado de Gran Vía, y normalmente caen en ellas conductores de vehículos de alquiler (VTC). ¿Se debe el tropiezo a una indicación errónea de las aplicaciones de navegación? Lo desconocemos, pero en los últimos años no ha sido extraño ver un coche varado, casi haciendo el pino, en el mismo punto de Madrid.
Según datos recogidos por ABC, al menos cinco VTC han caído en las escaleras de Pedro Zerolo desde 2018. Antes había allí unos bolardos que indicaban a los más despistados que el asfalto acababa ahí, que esa parte de Chueca era terraplanista para los coches, y que más allá de las escaleras solo había territorio desconocido, exclusivo para los seres de dos piernas. Cada vez que un chófer intenta hacer justicia, embriagado por la aventura, las escaleras le explican quién manda en Pedro Zerolo, y acaban pidiendo un empujoncito, como una tortuga cuando está del revés.
No hace mucho, unos bolardos indicaban que un poco más adelante el mundo acababa para los coches. Pero los quitaron, dando paso a una nueva era de empedernidos exploradores sobre cuatro ruedas, dispuestos a encontrar lo que todavía no se ha hallado en el centro de Madrid, que seguro que es muchísimo (hace pocos meses se descubrió un géiser). “Antiguamente sí que había, pero los camiones de reparto de mercancías los empujan al subirse a las aceras y, en muchos casos, los han acabado quitando por deterioro, explicaba al medio citado el presidente de la asociación de vecinos de Chueca, Esteban Benito.
Solo los que desafían lo establecido escriben su nombre en la posteridad del transporte urbano. Aquellos que desoyen las indicaciones de Google Maps llegan a su destino sin quedarse encallado en mitad de la ciudad, y pueden seguir navegando entre bolardos, motos mal aparcadas y peatones que no quieren morir, pero no lo parece porque cruzan todos a la vez, en todas partes y en todo momento con la vista pegada al móvil.
Pedro Zerolo, cuya pronunciación de verdad suena a caerse con un coche por unas escaleras, no es el único lugar de Madrid central donde se difuminan las fronteras de las calzadas del auto y del humano. En la plaza Dos de Mayo de Malasaña, al menos cinco VTC se han tirado de púa por sus escaleras. Los despistes acaban casi siempre en embarradas situaciones, y las autoridades o bomberos deben acudir a remolcar los vehículos. No es para menos: en Madrid hay escaleras a las que ni el mismo Optimus Prime sobreviviría.
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