NAPOLEÓN

Las batallas más importantes de Napoleón: ¿cuáles ganó, cuántas perdió y cuál fue la última?

Uno de los estrategas militares más importantes de la historia, el ‘Pequeño Corso’, libró a lo largo de su vida importantes batallas, saliendo victorioso de la mayoría

Napoleón fue un gran líder militar y en sus años como Emperador de Francia consiguió vencer grandes batallas, atemorizando así a las otras potencias europeas que buscaban aliarse entre ellas para derrotar al ejército galo.

En sus años al frente de Francia consiguió una gran expansión del imperio por Europa, recordado además por la velocidad con la que lo llevó a cabo, saliendo vencedor de batallas en las que contaba con un menor número de soldados pero una mejor estrategia. El poder militar francés se hizo uno de los más temidos de Europa, pero no puedo resistir a las insurrecciones nacionales de los territorios conquistados.

Las batallas más importantes de Napoleón

Napoleón lideró al ejército francés desde el año 1796, cuando aún no estaba al mando del gobierno, y también durante toda su época de emperador. Libró diferentes guerras en Europa y el Norte de África, venciendo en distintas batallas que le permitieron conquistar nuevos territorios y sufriendo un declive en los últimos años de gobernanza.

Qué batallas ganó Napoleón

Las Guerras Napoleónicas se desarrollaron enfrentándose a diferentes alianzas de países e imperios europeos, que unían fuerzas para hacer frente al aguerrido ejército francés que poseía un gran afán de expansión. Durante las guerras con la Primera y Segunda Coalición Napoleón consiguió importantes victorias, principalmente ante el ejército austriaco, en batallas como la de Marengo o la de Hohenlinden (1800), en sus primeros años como líder de Francia.

También mantuvo batallas con Gran Bretaña para las que Napoleón tuvo que concentrar sus fuerzas en Europa, y que dieron lugar a la formación de una Tercera Coalición, en la que ya eran muchos los enemigos de Francia en el Viejo Continente. Aún con todo, Napoleón siguió venciendo contiendas importantes como la de Ulm o la de Austerlitz (1805), donde derrotó a las tropas asutriacas y rusas y siguió expandiendo el territorio hasta conquistar Viena.

En 1806 se formó una Cuarta Coalición entre Rusia, Gran Bretaña y Suecia, que no impidió al ejército francés salir victorioso ese mismo año de la batalla de Jena, en la que tomó Berlín, o de la batalla de Friedland, en 1807, donde obligó a Alejandro I, Zar de Rusia, a firmar la paz. Durante este proceso Napoleón había ido nombrando a sus hermanos y personas de confianza como reyes de los diferentes territorios conquistados, dando lugar así a las insurrecciones nacionalistas que acabaron por provocar su caída.

Las batallas que perdió Napoléon

A pesar de que el ejército francés con Napoleón a los mandos ya había sido derrotado en varios conflictos, algunos de mucha importancia como la batalla frente al cabo de Trafalgar (1805) donde la flota británica derrotó a la francesa, en el año 1808 Napoleón había conseguido expandirse por toda Europa excepto en Gran Bretaña y Rusia.

Ese mismo año se desató la Guerra de lndependencia (1808-1814) en España, la primera insurrección nacionalista en la que los españoles echaron a José Bonaparte I, hermano de Napoleón, del trono, y que significó el primer paso hacia la caída del ‘Pequeño Corso’.

Las bajas sufridas en esta guerra mermaron al ejército francés que aún así seguía resistiendo ante alianzas y coaliciones en Europa y conquistando nuevos territorios como Leipzig en batallas como la de Wagram (1809). No sería hasta 1812 cuando comenzaría la derrota de Napoleón, precisamente por un error estratégico del mismo. Con muchas de sus fuerzas en España, decidió aún así invadir Rusia, y a pesar de vencer al ejército ruso la imposibilidad de convivir con el frío por el estado del país obligó a retirarse a las tropas francesas, muriendo muchos soldados en esta huida.

A partir de este momento se sucedieron las insurrecciones contra el ejército francés que a pesar de volver a cosechar alguna victoria de importancia y mostrar una gran capacidad de resistencia, en 1813 perdió los estados alemanes, comenzó a replegar a sus tropas y sus enemigos europeos llegaron a invadir Francia, tomaron París en 1814 y provocaron la abdicación de Napoleón.

¿Cuál fue la última batalla de Napoleón?

A pesar de su abdicación como emperador Napoleón no se dio por vencido hasta la batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815, que significó el fin de las Guerras Napoleónicas. Esta batalla estalló por la huida de Napoleón de la Isla de Elba, donde estaba exiliado, que alarmó a sus enemigos europeos.

Se produjo una reunión del Congreso de Viena, creado previamente por los enemigos de Napoleón para restablecer las monarquías europeas, donde se formó la Séptima Coalición, una alianza para capturar al ‘Pequeño Corso’.

En marzo de 1815 Napoleón llegó a París aclamado por el pueblo francés y respaldado por las tropas del ejército, y se proclamó emperador por segunda vez tras la huida de Luis XVIII. No tardó en atacar a la Septima Coalición, compuesta por Austria, Prusia, Gran Bretaña y Rusia, consciente de que a más tardar, más fuerza tendrían sus enemigos, y se lanzó a por ellos cuando estos comenzaban a hacerse fuertes en los Países Bajos.

Y estalló así la batalla de Waterloo, la última fase de esta invasión que fue librada el 18 de junio en la que las tropas francesas se vieron obligadas a retirarse, una retirada que acabó por ser una huida del emperador, que posteriormente fue capturado en Francia y enviado nuevamente al exilio en la Isla de Santa Elena, donde acabó por fallecer en mayo de 1821.

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