La profesión cuya demanda ha crecido un 800% en el último año: “Ayudan a comprender la IA de forma eficaz”

Los avances tecnológicos no se detienen, y cada vez son más las inteligencias artificiales que nos rodean en nuestro día a día. Ya sea para responder una simple pregunta, o bien para revolver un complejo problema matemático, el futuro de las grandes empresas parece ir por este camino, aunque muchos no sean del todo partidarios.

Su gran margen de desarrollo ‘amenaza’ a algunos empleos, que pronto podrían ser hechos en cuestión de minutos por un algoritmo. Sin embargo, como todo avance, tiene su lado positivo en la creación de nuevos empleos. Con la llegada de nuevas realidades, emergen también nuevas oportunidades laborales. Y, ahora, esto es lo que llega en el campo de la Inteligencia Artificial (IA).

El diario económico Financial Times destaca uno de estos empleos surgidos a raíz de la llegada de la IA: ingenieros de despliegue de vanguardia (también llamados como ingenieros desplegados en el terreno). Su misión es la de adaptar, implementar y optimizar estas nuevas tecnologías de última generación en empresas clientes. Y cuya demanda se ha incrementado en un 800% en lo que va de año. Empresas como OpenAI, Anthropic y Cohere han acelerado en la contratación de estos perfiles para integrar sus modelos de IA en otras compañías.

“Las necesidades de un gran banco son diferentes a las de una startup que desarrolla un producto de IA. Los ingenieros de implementación avanzada ayudan a las empresas a comprender cómo utilizar la IA de forma eficaz”, explica Cat de Jong, directora de IA aplicada en Anthropic. OpenAI creó este año un equipo de ingenieros de este tipo, y espera ampliarlo hasta los 50 en lo que queda de año, mientras que Anthropic aspira a quintuplicar su plantilla de IA aplicada.

Palantir, empresa pionera

Sin embargo, no se trataría de un empleo nuevo en el amplio sentido. Palantir, empresa estadounidense de software y análisis de datos, asegura haber sido pionera en este tipo de trabajo hace dos décadas. Y, ahora, casi la mitad de su plantilla está constituida por este tipo de empleados.

Una empresa que trabaja de la siguiente manera: envía a sus clientes a dos trabajadores, ‘Echo’ y ‘Delta’. Mientras el primero se encarga de deducir las necesidades del cliente, el segundo implementa las soluciones para cubrirlas. Ahora, otras empresas esperan seguir su camino.

Es el caso de Cohere, con su director ejecutivo, Aidan Gomez, a la cabeza. “Incorporamos ingenieros al inicio del trabajo para garantizar que los clientes obtengan exactamente lo que necesitan y reducimos su número una vez que las empresas están en funcionamiento”, afirmó Gómez.

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