La Policía Nacional pide ayuda para identificar a “la mujer de la carretera”
Una mujer que falleció hace 21 años y hoy en día siguen sin conocer su origen.
A través de sus redes sociales, la Policía Nacional ha pedido ayudar para descubrir la identidad de una mujer que encontraron hace más de 20 años en una carretera de Malgrat de Mar, en la provincia de Barcelona. El 3 de noviembre del año 2003 el cadáver de esta mujer fue encontrado en una carretera rural cercana a la localidad catalana, el cadáver además mostraba signos de violencia.
Desde entonces el Cuerpo Nacional de Policía ha intentado averiguar de quién se trataba sin éxito. Más de 20 años después, los investigadores siguen sin saber quién es esta mujer que apareció muerta aquel 3 de noviembre. Ahora la Policía ha recurrido a las redes sociales para intentar identificarla.
Desde su cuenta de TikTok han publicado la información necesaria para tratar de conocer su identidad y confían en que gracias al alcance de las redes sociales puedan resolver de una vez por todas este crimen. En todo este tiempo, nadie ha denunciado la desaparición de ninguna mujer que coincida con las características de la encontrada en Malgrat hace 21 años, que, según las pruebas forenses, murió 12 horas antes de ser encontrada.
Unos 30 años y con “numerosas heridas”
La Policía la ha descrito como una mujer de entre 25 y 30 años y con una estatura alrededor de los 1,60 metros, además de piel blanca aunque con un tono bronceado. “Tenía el pelo de color negro y los ojos castaños” concluye la agente.
Más allá de la descripción física, la Policía explica que “vestía una camiseta de tirantes negra y otra verde, un jersey de lana de color rojo y los pantalones azul vaquero”. Además, la mujer portaba varias pulseras metálicas de varios colores en la muñeca derecha y varios hilos oscuros a modo de pulsera en el tobillo izquierdo y en los dedos pulgares del pie.
Por último, la Policía destaca que la mujer tenía tatuado el símbolo de Om en la mano derecha, una sílaba sagrada que se relaciona con la religión hinduista, budista y jainista. Aunque se desconoce su origen, a juzgar por ese tatuaje las autoridades han concluido que la mujer era de origen bengalí, es decir, de la región de Bengala, región que comparten Bangladés y la India.
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