SOCIEDAD

La mejor cerveza clásica, según la OCU

La Organización de Consumidores y Usuarios, tras estudiar diferentes aspectos, coloca a la Xibeca Suave y la Mahou clásica como las mejores.

De la cerveza mucho se ha hablado, pero el debate parece no tener fin. ¿Cuál es la mejor? ¿Debe ser amarga para considerarse buena? ¿Cuál es la cantidad exacta de alcohol que debe llegar? En lo que no hay duda es cómo se debe disfrutar de este manjar líquido: bien fresquito y, a poder ser, acompañado por un aperitivo que esté a la altura.

Dejando a un lado las preferencias de cada uno, que para gustos los colores, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha llevado a cabo una exhaustiva investigación para dar con la mejor cerveza clásica de mercado. Porque en España se produce, y también se bebe, mucha cerveza. Es el segundo país de la Unión Europea en producción de esta bebida (en esto nos ganan los alemanes), mientras que el consumo medio es de 50 litros por persona al año.

El estudio se centra en las cervezas Lager clásicas, un tipo de cerveza de baja fermentación que toma diferentes nombres, en función del método de elaboración o la región en la que se desarrolla. A su vez, estas cervezas Lager se pueden clasificar en las citadas clásicas, especiales o extras, de acuerdo con la cantidad de extracto seco que lleven. A mayor extracto, más color y sabor tendrán, y su precio será también más elevado (así como la cantidad de alcohol).

Xibeca Suave y Mahou Clásica, en lo alto

Entrando ya en harina, la OCU designa estas dos cervezas como las mejores de un total de 17 marcas. Todas ellas de lata (33 cl) y con un contenido de alcohol cercano al 5%. Esto, recuerda el organismo, es suficiente con dos cañas para dar positivo en el test de alcoholemia.

De la Xibeca (80 puntos sobre 100), una cerveza producida en Barcelona por Damm, destacan su “limitado amargor, un cuerpo medio bajo y una alta sensación de gas”. En su receta incorpora arroz y maíz y es la mejor valorada en la degustación. En cuanto a la Mahou clásica (76 puntos), ponen en valor su “amargor medio, poco cuerpo y sensación media de gas”. Como la anterior, también incorpora maíz.

Un hecho este, el de añadir maíz, que es criticado por los más puristas del lugar, que defienden que una buena cerveza se debe hacer con 100% malta de cebada. Esto le otorga un amargor mayor y le hace tener más ‘más cuerpo’. Pero lo habitual suele ser añadirle otros cereales, como maíz o arroz, con el que suavizar el sabor amargo.

En el proceso de selección se han tenido en cuenta varios criterios, como el procesado de los productos lo que determina su contenido en volumen, gas, fermentación o acidez. Además, se examinaron en laboratorio aspectos como la composición, con lo que se determina la presencia de aditivos. Así, se concluye que no hay sulfitos en ninguna de las cervezas, aunque sí encontraron colorante E150 y alginato en ocho de ellas. En el estudio se han comparado algunas cervezas como la Karlsquell de Aldi (la más barata, 0,29 euros la unidad), o la Aurum de Eroski (0,30 euros y destacada tanto en precio como en calidad).

Consejos

Por último, la OCU ofrece una serie de recomendaciones para disfrutar de una cerveza: tomarla fría, pero no helada, pues de este modo se pierden aromas y no se hace espuma. La temperatura ideal sería de 8ºC. Si optamos por echarla en un vaso, debemos mojarlo y comprobar si se queda una película continua (lo que indica que está limpio).

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