Sociedad

La ciencia va detrás del fenómeno que nos advierte de si alguien nos está mirando y descubre al ‘culpable’

Este fenómeno puede tener muchos efectos que lo justifican y ha despertado la curiosidad dentro del mundo de la neurociencia.

Alejandro Alcolea

Seguro que alguna vez te ha pasado, que vas andando por la calle o estás en clase atendiendo al profesor y tienes la sensación de que alguien te está mirando, te giras para descubrir si es verdad y efectivamente, una persona de alrededor te estaba observando. Este extraño fenómeno, recibe el nombre de escopaestesia y ha despertado mucha curiosidad en la neurociencia. Aunque haya algunos factores neurobiológicos que pueden estar implicados, no hay ninguna evidencia científica que pueda determinar si los seres humanos disponen de una habilidad especial para oír las miradas.

Debate científico

El investigador británico Rupert Sheldrake, ha llevado a cabo diversos experimentos para demostrar si es verdad que el ser humano puede de verdad sentir las miradas. En sus estudios , las personas parecían acertar más de lo esperado cuando adivinaban si alguien las miraba, lo que le hizo pensar que podría haber algo especial en esta habilidad.

Sin embargo, hay científicos como David Marks y John Colwell, que no están de acuerdo en la existencia de esta habilidad. Creen que los resultados de Sheldrake podrían deberse a errores en la organización de sus experimentos. Concretamente, Marks y Colwell descubrieron que en estos ensayos se repetían ciertos patrones, por lo que los participantes podrían haberse aprendido las situaciones.

El cerebro está alerta en todo momento

De cualquier manera, uno de los factores que podría explicar esta sensación es que el cerebro está funcionando en todo momento, lo que hace que el ser humano esté alerta en todo momento. Este sistema de alerta, denominado atención exógena , es la capacidad del cerebro para reaccionar automáticamente a estímulos repentinos en nuestro entorno. La atención exógena ha sido crucial para la supervivencia del ser humano desde los tiempos más primitivos. Por ejemplo, el caso de un ser primitivo que se encuentra en el bosque y necesita utilizar esta habilidad para detectar depredadores.

Pese a que hoy en día, el ser humano tiene que estar menos preocupado por depredadores, sigue siendo muy bueno a la hora de captar pequeñas señales que se producen en el entorno, como el movimiento de los ojos de otra persona. Incluso si no lo notamos de forma consciente, estas señales pueden provocar que nuestro cerebro active la sensación que nos están observando.

¿Puede la mente, jugar con nosotros?

Otra posible explicación psicológica es el sesgo de confirmación. Este fenómeno ocurre cuando buscamos o interpretamos información y hechos que confirman lo que pensamos. Es decir, que que tendemos a creer lo que queremos creer. En el caso afirmativo de que alguien te esté observando, de manera inconsciente tendemos a que buscar gestos y movimientos que lo confirmen. De esta manera, si alguna vez has tenido la sensación de que alguien te estaba observando y al final ha acabado siendo cierto, puedes haber acondicionado tu cerebro para que tenga la misma sensación en situaciones parecidas. Y es ahí cuando nuestra mente nos juega una mala pasada, haciéndonos sentir que somos observados cuando en realidad no es así.

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