Julia Faustyna cuenta qué pretendía diciendo que era Madeleine McCann
La joven polaca, quien afirmó ser la pequeña desaparecida en 2007, asegura que solo quería saber quién era en realidad.
Tras la desaparición de Madeleine McCann, en el año 2007, muchas han sido las que han intentado hacerse pasar por ella. La última es Julia Faustyna Wandelt, una joven polaca que aseguraba ser la pequeña raptada hace 16 años en Portugal. Pero después de varios días de dudas, las pruebas de ADN confirmaron que no era la pequeña desaparecida. Podría ser, no obstante, otra joven secuestrada en 2011.
A través de sus publicaciones en redes sociales aseguraba ser la pequeña Madeleine, incluso los padres accedieron a que se hiciera las citadas pruebas de ADN para confirmar su identidad real. Ahora que todo el revuelo ha pasado, Julia ha pedido disculpas a la familia McCann a través de un post en sus redes. “No era mi intención traer tristeza u otras emociones negativas a nadie, especialmente a la familia de McCann. Mi propósito principal siempre fue averiguar quién soy y qué ocurrió exactamente en mi pasado tan doloroso”.
No obstante, y a pesar de crearse varios perfiles en redes sociales con el nombre de ‘iammadeleinemccann’ (Soy Madeleine McCann), ahora asegura que en ningún momento dijo que fuera la hija de Kate y Gerry McCann. “No recuerdo la mayoría de mis recuerdos, pero puedo recordar algunas cosas y nunca dije que fuera Madeleine McCann”, añade en un comunicado.
En su lugar, afirma que lo único que hizo fue plantear la opción de ser Madeleine, y no confirmar dicha identidad. Todo ello, pese a plasmar en sus publicaciones las similitudes entre ella y una foto de Madeleine de joven. Asegura además que no es una mentirosa, y que tampoco busca “fama o atención” con lo sucedido.
Abusos en la infancia
La joven Julia Faustyna, de 21 años, cuenta también cómo fue agredida sexualmente por un pedófilo alemán, Peter Ney. “El salón en casa de mi madre es abierto, y cuando alguien está en la cocina, que no tiene puertas, esta persona puede ver todo lo que pasa en el salón. Bueno, mi madre estuvo muchas veces en el salón cuando Peter Ney abusó de mí en el sofá y realmente no puedo creer que ella no viera nada. Estoy segura de que ella vio todo lo que me hizo. Esto destruyó toda mi vida”, explica.
Según cuenta, su mayor apoyo en la casa era su niñera, a la que llamaba “abuela”. Pero cuando la joven tenía apenas 14 años falleció y, cuenta, fue un momento en que su vida fue a peor. “Tomé una gran cantidad de medicamentos, unas 100 pastillas. Estaba sola en casa y nadie me ayudó”. Un momento en el que empezó a desconfiar de todo el mundo y, cuando su madre dejó de pagar sus terapias, pensó si realmente era su madre. “Desde que me puse a pensar en todo lo que hizo mi madre, empecé a investigar sobre niños desaparecidos. Y entonces encontré la foto de Madeleine”.
Llegó a creer que era Madeleine
Tras empaparse de toda la historia de la desaparición de Madeleine trató de contactar con varias autoridades: desde Scotland Yard a las embajadas polacas en Inglaterra y Portugal o la Interpol. Pero tras no obtener la respuesta deseada, finalmente optó por abrir los perfiles en redes sociales para tratar de darse visibilidad. “Tengo ojos parecidos, forma de cara, orejas, labios, tenía el espacio entre los dientes, les mando unas fotos mías que tengo”, fue su primer post en Instagram.
Pero tras los análisis de ADN, que dieron un resultado negativo para sus ‘deseos’ de ser la pequeña desaparecida en el Algarve portugués, Julia insiste en que puede ser ella. O al menos, hay una posibilidad. Asegura que tras hacerse la prueba, Fia Johansson no le dio los resultados tras más de una semana. “Cuando finalmente me dio acceso a mis resultados, me quedé sorprendida porque estaba en el sitio web de otra empresa. ¿Cómo es posible que mis resultados llegaran a la página web de una empresa de la competencia?”.
Johansson es una médium y psicóloga que defendía a Julia antes de que los resultados de la prueba salieran negativos. “Demostraron que es 100% de corazón polaco, con una influencia insignificante de Lituania y Rusia. No mostraron ninguna conexión con raíces británicas”, explicó posteriormente la psicóloga. Ahora, Julia denuncia que Fia la maltrató tanto física como psicológicamente. “Una vez me empujó contra una pared después de que me autolesionara y me dijo que estaba loca y que necesitaba que me encerraran en un hospital. También me quitó mi teléfono y cobró a la gente por mantener conversaciones de texto falsas conmigo”.