José Elías, empresario hostelero, sobre el gran cambio que llega en 2026 a España: “Va a ser una locura”

El nuevo sistema Verifactu, impulsado por la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), supone un importante paso en la digitalización de la facturación y el control fiscal en España.

Se trata de sistema de facturación electrónica obligatorio que exige que los programas de facturación envíen la información de las facturas de forma automática a la Agencia Tributaria (AEAT). El objetivo es garantizar la integridad, trazabilidad y seguridad de los registros de facturación.

José Elías, empresario hostelero, comentaba en un podcast, junto a un invitado camarero, que la implantación del Verifactu en España dejaría huella en el sector hostelero. “Muchos negocios van a caer como moscas, para las empresas más pequeñas son negocios donde se mueve mucho en B”, admitía el hostelero.

En concreto, según la normativa, las aplicaciones de facturación o sistemas informáticos de facturación (SIF) deben generar registros verificables que, en la modalidad Verifactu, “remitan estos datos a la AEAT en línea, de forma continua, automática y fehaciente”, explica la Agencia Tributaria.

Además, el sistema se encuadra en el marco legal de la Ley 11/2021 de medidas de prevención y lucha contra el fraude. En cuanto a plazos de implantación, se prevé que el sistema sea obligatorio para empresas y autónomos a partir de 2026.

¿Cuáles son las consecuencias?

Las implicaciones de Verifactu son variadas. Por un lado, la medida pretende reforzar el control tributario: al registrar y transmitir electrónicamente todas las facturas emitidas, se elevan las barreras para la manipulación, duplicación u omisión de facturas, lo que favorece una mayor transparencia fiscal.

Por otro lado, para las empresas supone una inversión en tecnología, formación del personal y adaptación de sus sistemas de facturación, especialmente para aquellas que aún trabajan con métodos manuales, hojas de cálculo o software que no cumple los nuevos requisitos.

En este marco, cabe destacar que uno de los problemas históricos que aborda este sistema es la facturación en “B” o al margen de los registros oficiales, al que también se refería Elías. Al haber un sistema obligatorio de registro verificable y automático, la emisión de facturas sin constancia en la contabilidad oficial será mucho más difícil. Este cambio impactará especialmente en sectores con elevada rotación o pagos frecuentes en efectivo.

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