Hallan un cuchillo con runas de hace 2.000 años
Ha sido hallada en una tumba y es la prueba más antigua de alfabeto rúnico encontrada en Dinamarca. En la inscripción se puede leer la frase “pequeña espada”.
Las runas fueron el alfabeto utilizado por las diferentes tribus germánicas del norte de Europa durante más de diez siglos y servían para escribir las formas arcaicas del sueco, danés, noruego, frisio, inglés, franco y gótico. Como el papel no abundaba en el s.I en Escandinavia, las runas solían tallarse en piedra, a ello se deben sus características formas angulares y líneas rectas. Estas nunca funcionaron como un alfabeto literario, sino que se usaban principalmente para inscripciones en herramientas, objetos cotidianos y monumentos y no solían superar la decena de caracteres. Una forma común sería, por ejemplo, la lacónica declaración encontrada sobre el cuerno de Gallehus: “Yo, Hlewagastir, [hijo] de Holti, hice [este cuerno]”.
Mensajes prácticos
Las runas tenían un propósito práctico; señal de autoría, propiedad o herencia, o conmemorativo; epitafios, breves detalles de batallas, reyes etc. Aunque hay algunos ejemplos de largos relatos, lo más común es leer afirmaciones del estilo: “Hagidarar hizo [esta caja]”, frase que se encontró tallada en una cartuchera de madera. Mientras que hoy en día muchos se preocupan porque todo el mundo sepa cómo de bien les quedan los nuevos pantalones, cuánto les gusta el cine de Giórgos Lánthimos y su brillante opinión acerca de cómo solucionar el conflicto ruso-ucraniano, los nórdicos tenían un concepto diferente de qué recuerdo era el apropiado para entregar a la eternidad: “Sí, yo, Hagidarar, hice esta caja”.
Runa de 2.000 años de antigüedad
Un nuevo mensaje de hace dos milenios de nuestros antiguos vecinos del norte ha sido descubierto por arqueólogos daneses y estos afirman que podría tratarse del escrito rúnico más antiguo jamás encontrado en Dinamarca. La inscripción fue grabada en un cuchillo de piedra y ha sido encontrado en una tumba cerca de la ciudad de Odense, en la isla de Fionia. Cada uno de los cinco caracteres tiene unos 0,5 centímetros de altura y deletrean “hirila”, que significa “pequeña espada”. Una vez más no destacan por su creatividad e imaginación. Jakob Bonde, curador del museo de la ciudad, donde se exhibirá el cuchillo a partir del 2 de febrero y autor del descubrimiento, pensó en un principio que se trataba de un objeto normal hasta que, tras limpiarlo, encontró las runas inscritas.
Nórdicos romanizados
Bonde destaca la importancia del descubrimiento a la hora de entender el desarrollo del alfabeto rúnico en las antiguas tribus germánicas y ya el hecho de que aparezca en un cuchillo confirma algunas de las hipótesis de los investigadores, que creen que algunas de estas prácticas como grabar el cuchillo son, en parte, influencia romana. Se cree que las personas más adineradas trataban de parecer romanos, tanto en la vestimenta como exhibiendo ciertos objetos o costumbres, imitando lo que estaba de moda en la influyente península itálica. Lisbeth Imer, runóloga del Museo Nacional de Dinamarca, ha justificado la relevancia del descubrimiento, ya que en aquella época era poco común encontrar personas que supieran leer o escribir y los orígenes de la historia rúnica se remontan, precisamente, a Fionia, donde fue encontrado el cuchillo.
Los vikingos ya usaban el Bluetooth
La influencia de las runas escapa, a veces, a nuestro propio conocimiento. Y es que todos usamos diariamente una runa sin ser conscientes de ello. El símbolo del Bluetooth es, en realidad, un logotipo creado a partir de la combinación de las letras “H” y “B” en el alfabeto rúnico. Estas letras son las iniciales del rey Harald Bluetooth, que unificó diferentes tribus escandinavas. El desarrollador de Intel Jim Kardashian se encontraba leyendo un libro de historia vikinga cuando se le ocurrió que, al igual que Harald a las tribus, esta tecnología, entonces en desarrollo, permitiría unir diferentes dispositivos electrónicos.
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