SOCIEDAD

Hallan en Barcelona una fábrica de chocolate del siglo XIX

El edificio ubicado en el distrito de Ciutat Vella ha sido remodelado varias veces durante siglos y actualmente está catalogado como bien cultural de interés local.

El Ayuntamiento de Barcelona ha comunicado el hallazgo de unos restos arqueológicos pertenecientes a una fábrica de chocolate del siglo XIX. El descubrimiento se ha producido durante las obras de rehabilitación de un edificio de la ciudad condal, concretamente en el distrito de Ciutat Vella. Según han confirmado desde el consistorio, los controles arqueológicos comenzaron en marzo de 2023, y actualmente el proyecto de rehabilitación integral del edificio de planta baja, altillo y cuatro plantas ya se encuentra finalizado.

El objetivo de la restauración del inmueble ubicado en el número 23 de la plaza de la Llana es acoger pisos con apoyo asistencial, además el edificio está incluido en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Arquitectónico y está catalogado como bien cultural de interés local. Por el momento, los trabajos arqueológicos han permitido documentar muros con arcos y puertas atribuibles a un palacete gótico del siglo XIV.

El edificio fue construido como una casa en el siglo XV, y más tarde pasó a ser una posada que dejó de desempeñar sus funciones durante el siglo XVI, cuando el entonces propietario del inmueble, Pere Joan Grimosachs, llevó a cabo una gran reforma. En el año 1825, el propietario del inmueble, Josep Serra, solicitó permiso para llevar a cabo obras de mejora, las cuales coincidirían con los resultados obtenidos en el registro arqueológico.

Una fábrica de chocolate

El edificio fue comprado en el siglo XIX por un chocolatero dedicado a elaborar chocolates y pastillas. El hallazgo de unas placas de plomo empleadas para elaborar las etiquetas de los chocolates, donde se especifica que en la fábrica de chocolate de Clemente Guardia “se hacen moliendas particulares”, han permitido relacionar los restos con el trabajo que se realizaba en la época.

Actualmente, los trabajos arqueológicos continúan mientras se están analizando los restos para conocer sus diferentes períodos y conocer la evolución del edificio. Los restos encontrados, una vez documentados, se trasladarán a las instalaciones del ICUB en la Zona Franca y queda abierta la posibilidad de la conservación de alguna pieza “in situ”.

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