SOCIEDAD

Extraño hallazgo romano en Reino Unido: un artefacto con utilidad desconocida

Este polígono de doce caras de origen romano y del tamaño de una pelota de golf alimenta la imaginación de historiadores de todo el mundo, incapaces de encontrar su posible utilidad.

En el relato corto de Kafka “Las preocupaciones de un hombre de familia”, el protagonista nos habla de un objeto llamado “Odradek” que aparece un día en su casa y que nadie sabe exactamente qué es ni qué hace. Por mucho que uno lo observe no puede atribuirle una forma o una utilidad. Es una especie de carrete estrellado cubierto de trozos de hilo de colores anudados entre sí. De su centro emerge un palo al que se fija otro en ángulo recto y que, junto a una prolongación lateral, le ayudan a sostenerse sobre dos patas. Nadie sabe si Odradek está roto o funciona perfectamente, parece un objeto inútil pero completo. Debería tener, pero no transmite, ninguna razón de ser. Esta figura extraña parece inquietar al padre de familia, ¿cómo valorar algo de lo que desconocemos su esencia? ¿Dónde empieza y acaba Odradek? “No parece que haga mal a nadie; pero casi me resulta dolorosa la idea de que me pueda sobrevivir”.

Tres siglos de misterio

Los historiadores humanos, por mucho que se esfuercen por evitarlos, se cruzan de vez en cuando con un Odradek abandonado en cualquier yacimiento. El último en la ciudad de Norton Disney (Inglaterra), en forma de polígono romano de doce caras. Odradek puede adoptar numerosas apariencias, siempre y cuando esta no pueda ser reconocida. Desde que en 1739 se encontrara el primer dodecaedro romano, este insólito objeto ha provocado dolores de cabeza a arqueólogos y padres de familia. Del tamaño de una pelota de golf, cada una de las caras presenta un agujero circular en el medio, a veces de diferentes tamaños cada una. Más de 250 años han pasado desde que en la ciudad inglesa de Aston hallaran por primera vez este objeto hasta que el pasado enero arqueólogos ingleses encontraron el 33º dodecaedro en tierras ingleses. Aunque se han encontrado más de 100 de estos curiosos objetos, nadie ha sido capaz de determinar para qué servían.

De diversos tamaños y texturas

Los dodecaedros encontrados varían desde los 4 a los 11 centímetros y todos ellos fueron construidos entre los siglos II y III d.C. Varían tanto en su tamaño, como en su textura, como en el material (piedra o bronce), por lo que muchos arqueólogos descartan un uso matemático del mismo o para realizar predicciones astronómicas, ya que lo lógico sería entonces que tuviera medidas estandarizadas. Se cree que no era un objeto común, pero tampoco excesivamente extraño. El hecho de que varios de ellos hayan sido encontrados en tumbas o en escondites de monedas sostiene la hipótesis de que eran objetos de algún valor para los ciudadanos romanos. Con estos datos en la mano, los historiadores han buscado diversas “razones de ser” para el misterioso artilugio, pero ninguno ha conseguido dar con una explicación lo suficientemente convincente como para ser aceptada por sus colegas.

Candelero, dado, calibrador de tuberías...

Un candelero, un tipo de dado, un calibrador para tuberías de agua, un bastón para sostener estandartes bélico, un artefacto para colocar los dedos y el hilo mientras se cose, un juguete infantil, un amuleto, un objeto de adivinación… Los atributos del dodecaedro han sido tantos y tan variados que uno casi podría dividir la tradición historiográfica a partir de este objeto: en un principio se le atribuyó un sentido militar, pero esto se debía más bien a una visión “bélica” de la historia. Posteriormente, se le achacó una utilidad matemática o predictiva que, como hemos dicho, también fue perdiendo peso. Más adelante se optó por imbuirlo de un carácter supersticioso o como talismán, ya que, aunque han sido encontrados en toda Europa (también en España), la gran mayoría fueron hallados en los antiguos territorios de la Galia, Germania y Britania (Francia, Bélgica, Países Bajos, Alemania y Gran Bretaña). Toda esta zona estaba ocupada en aquella época por tribus celtas, que solían hacer uso de este tipo de amuletos. En la actualidad muchos historiadores creen que se empleaba en actividades del día a día de las familias romanas. En YouTube se viralizó recientemente un video en el que un usuario demostraba cómo se podía usar el dodecaedro para coser un guante de lana. Es cierto que Odradek venía cubierto de hilos de colores…

Una posible explicación podría hallarse en el sudeste asiático, donde se encontraron versiones más pequeñas del dodecaedro hechas de oro. Sin embargo, hasta que se encuentre algún resto escrito o pictórico que explique para qué se utilizaba este curioso artefacto, parece que los historiadores tendrán que resignarse a seguir jugando a las adivinanzas con este objeto mudo.

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