El último gran barco hundido del Imperio Español está perdido en mitad de Bahamas y nadie quiere dar su posición
El Infanta María Teresa fue derrotado en la batalla naval de Santiago de Cuba, y actualmente su ubicación exacta no es pública.
La historia de España tiene un hueco reservado exclusivamente para las batallas libradas en el mar. Activa desde el siglo XV, la Armada Española ha sido poseedora de algunos de los barcos más impresionantes nunca vistos. Uno de los más destacados es el Infanta María Teresa, un crucero acorazado que comenzó a navegar en 1893 y que se usó durante la guerra hispano-estadounidense.
Cómo era el Infanta María Teresa
El Infanta María Teresa era uno de los barcos más grandes, junto al Vizcaya y Almirante Oquendo, de la clase Orlando. Medía 110 metros de largo, 19,9 metros en su parte más ancha y su profundidad bajo el agua era de más de 6 metros. Desplazaba 6.890 toneladas, pero a pesar de su gran tamaño y peso, el Infanta María Teresa destacaba por su blindaje y protección.
Podía transportar a más de 500 hombres, y en cuanto a su armamento, estaba equipado con 22 cañones, 10 ametralladoras y varios lanzatorpedos con un alcance máximo de 800 metros.
La historia del Infanta María Teresa
Este barco se usó por la escuadra española en la batalla naval de Santiago de Cuba del 3 de julio de 1898. El Infanta María Teresa era el buque insignia de la armada, y era comandado por el almirante Pascual Cervera Topete. Por lo tanto, fue el primer barco en salir a una batalla que el ejército español perdió ante las tropas estadounidenses.
Aquel 3 de julio de 1898, el ejército de Estados Unidos hundió casi todos los barcos españoles que llegaron al lugar de combate. Todos siguen en la bahía de Santiago de Cuba, en Bahamas, que los protege como patrimonio cultural. Pero el Infanta María Teresa, a pesar de ser el buque más herido, no se hundió.
Lo más curioso del caso del Infanta María Teresa es que la marina estadounidense lo encontró antes de que se hundiese. Lo pusieron a flote para llevarlo a Guantánamo para remolcarlo hasta Norfolk, Virginia. Su intención era reconstruirlo y conservarlo como si de un trofeo se tratase, pero una tormenta tropical sorprendió a los estadounidenses mientras lo remolcaban y les hizo soltarlo. El Infanta María Teresa acabó a la deriva, perdiéndose en las profundidades del mar, teóricamente entre dos bahías de Bahamas.
Por qué no se sabe su posición
Una de las cosas que más llama la atención del caso del Infanta María Teresa es que no hay información oficial sobre sus coordenadas exactas. Según La Vanguardia, no se supo nada del barco hasta 1999, año en el que el estadounidense John Seabury buceó hasta sus restos y sacó una de las pocas fotos de los restos hundidos. En 2006, el bisnieto del almirante Pascual Cervera Arango, y su mujer, María Teresa, grabaron un pequeño vídeo que se guardaron para ellos.
Parece que las autoridades de Cuba sí conocen el paradero del Infanta María Teresa, pero no lo han alcanzado. Por parte de España, nunca se ha mostrado interés en encontrar el barco o, al menos, en saber algo más sobre sus restos. Lo único que se sabe, gracias al trabajo de investigadores como Guillermo Cervera, es que está sumergido y olvidado cerca de las islas Bahamas.
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