El trato que Putin le ha ofrecido a EE. UU. sobre armas nucleares que la secretaria de Trump ha tachado de “bastante buena”

El mundo parece estar bajo amenaza constante, un frágil equilibrio que podría romperse en cualquier momento, y que cuando los más poderosos se reúnen o interactúan entre ellos, parte de la sociedad tiembla ante lo que podría ocurrir. Ese es el caso desde hace décadas entre Estados Unidos y Rusia, los dos países poseedores de los mayores arsenales nucleares del planeta, y que esta semana ha destacado el trato que Vladimir Putin ofreció a Donald Trump sobre este tipo de armamento.

Se trata de una prórroga de un año del último tratado que limita las armas nucleares de ambos países, el conocido como Nuevo START o START III. Fue un acuerdo firmado en 2010 por Barack Obama y Dmitri Medvédev y que expira el 5 de febrero de 2026. Este tratado limita el número de cabezas nucleares desplegadas a 1.550 para cada uno, y podría incumplirse en caso de que no se prorrogue o sustituya.

Una propuesta con la que se pretende evitar que se altere el equilibrio estratégico

Vladimir Putin señala que su propuesta llega en base a al interés de la no proliferación mundial, impidiendo así la expansión de armas nucleares y otro tipo de armas de destrucción masiva hacia nuevos países o actores no estatales. Además, también busca ayudar a estimular el diálogo con Estados Unidos sobre el control de armas.

Sobre la propuesta de Putin, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, destacó que parecía "bastante buena“. Un tratado el Nuevo START que en base al trato de Putin, se mantendría un año más, pero esta medida solo será viable, en palabras del presidente de Rusia, si Washington asume el mismo compromiso, evitando de esta forma acciones que alteren el equilibrio estratégico.

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