El secreto de los carros de la compra de Lidl que te hace gastar más sin que te des ni cuenta
Todo cuenta, desde el diseño del local hasta la de los carritos, para propiciar a los clientes a seguir comprando y consumiendo sus productos.
Lidl es una de las franquicias europeas de supermercado más conocidas, con más de 12.000 tiendas en más de 30 países. Forma parte del Grupo Schwarz, considerado como el mayor minorista europeo en términos de facturación, superando los 175.000 millones de euros en 2024, según Business Magazin.
Su estrategia de ofrecer productos a precios más bajos que el resto de mercados le ha permitido posicionarse en el imaginario social como uno de los establecimientos más baratos. La franquicia ha mantenido durante años una autonomía controlada y una eficiencia máxima en la venta de productos, buscando siempre una imagen aparentemente cercana y amigable con sus clientes.
No obstante, su perfil de cercanía es solo una parte de su gran estrategia para conseguir que sus clientes compren más de lo que pensaban adquirir en un principio. No se trata solo de ofrecer precios más baratos, el diseño de los locales, los carritos, la disposición de los productos, las ofertas, todo cuenta a la hora de convencer a los clientes de pagar más.
¿Cómo lo hacen?
El diseño de los carritos es uno de los puntos clave para conseguir más ventas. Su tamaño, significativamente más grande de lo normal, crea una falsa realidad en la que los clientes creen haber comprado poco. Mientras se va colocando los productos en el interior del carrito, se van dejando huecos vacíos que dan la sensación de que aún queda espacio para algo más.
Esta falsa creencia hace que los clientes sean más propensos a seguir cogiendo productos, aunque estos no estuvieran escritos en su lista de la compra. Pero esta estrategia no es la única que sigue la franquicia de supermercados para conseguir más ventas en sus establecimientos.
La colocación de los productos en promoción también es importante. Aquellos que son más pequeños o tienen empaquetes atractivas se colocan de manera que sea fácil agarrarlas y colocarlas en el carrito. El tamaño y la reducción de estos productos permiten potenciar esa sensación de que aún queda espacio para algo más en la cesta de la compra.
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El diseño de las estanterías, simples y comunes, permite también centrar la atención de los clientes en los productos, sobre todo en los que tienen ofertas con carteles llamativos. No se trata de ofrecer productos más baratos, todo cuenta, hasta el diseño de unos carritos.
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