El primer templo moderno del mundo dedicado a los dioses vikingos está en España y nunca adivinarías el lugar
La Comunidad Odinista de España celebra rituales germánicos entre encinas y runas en un santuario único en Europa que revive una espiritualidad ancestral en pleno siglo XXI.
En pleno corazón de La Manchuela albaceteña, en el pequeño municipio de Navas de Jorquera, se alza un templo que parece sacado de las sagas escandinavas: el Templo de Gaut, dedicado al dios Odín. Este enclave singular no solo es el primero de su tipo en España, sino también el primer templo odinista del mundo construido en la época moderna, tras más de mil años de prohibición de esta religión en Europa.
Una religión reconocida
La comunidad odinista practicante más numerosa del mundo se encuentra en Islandia, con más de 2.000 miembros y un templo en Reikiavik. En EE. UU. hay comunidades con templo en California, Minnesota y Carolina del Norte. Un concejal republicano de Nueva York, Dan Halloran, se declaró odinista. También existen comunidades importantes en Alemania, Noruega, Suecia y Dinamarca, que celebran sus rituales en bosques o antiguos restos arqueológicos. Curiosamente, muchos países sudamericanos también cuentan con comunidades odinistas.
El templo de Navas de Jorquera es sede de la Comunidad Odinista de España-Ásatrú (COE), una organización neopagana fundada en 1981 y reconocida legalmente como religión en 2007. Su objetivo es recuperar la práctica del odinismo, una religión ancestral que veneraba a Odín, Thor, Freyja y otras deidades nórdicas.
La COE defiende que esta espiritualidad no es una reconstrucción folclórica, sino una forma de vida basada en valores como el honor, la lealtad y la conexión con la naturaleza. Cuentan con entre 9.000 y 15.000 miembros en España según sus propios datos, aunque también afirman que solo son practicantes unos pocos centenares.
Un templo de otra época
La idea de construir un templo dedicado a Odín partió de Ernesto García, un ingeniero que era miembro fundador y presidente de la COE. Soñaba con un lugar donde los odinistas pudieran celebrar sus rituales y fiestas. Usó un terreno familiar que había heredado, una loma rodeada de encinas y silencio, perfecta para la introspección y el culto. “Al principio éramos cuatro gatos. En un terreno familiar, entre corrales y campos de cultivo, pusimos las primeras piedras del templo. Es un sitio especial porque por aquí había un cementerio íbero”, contaba Ernesto.
La construcción del templo comenzó en 2005 de forma artesanal con materiales naturales y simbología nórdica. La obra concluyó en 2009. Está compuesto por tres salas simbólicas: una dedicada a los Æsir, otra a los Vanir, y una tercera llamada “Sala de los Escudos”, usada para celebraciones. El edificio, de estilo rústico, incluye un altar central, runas talladas en piedra, estandartes con el cuervo de Odín (Huginn y Muninn), y un círculo ceremonial donde se celebran los blóts (rituales de ofrenda). Aunque las ceremonias tienen lugar principalmente al aire libre, se contempla la construcción de una zona techada para protegerse de las inclemencias del tiempo.
Bodas y enterramientos
Cada año, el templo acoge celebraciones como el Festival de Ostara, que marca el equinoccio de primavera y honra a la diosa de la fertilidad. Durante el evento, los odinistas realizan iniciaciones, cantos ancestrales, rituales con hidromiel y conferencias. En 2025, el catedrático Ramón Sainero impartió una charla sobre los orígenes celtas del ADN español.
Además de Ostara, se celebran otras festividades como Yule (solsticio de invierno), Midsommar (solsticio de verano) y el Día de los Ancestros, donde se honra a los difuntos con fuego y poesía. Las instalaciones tienen hasta un cementerio en el que, entre otras personas, está enterrado el padre de Ernesto.
El templo ha despertado tanto admiración como polémica. Sin embargo, la COE defiende su derecho a existir y ser reconocida como cualquier otra confesión. Celebraron el primer matrimonio pagano legal en España desde la época visigoda el 23 de diciembre de 2007, en Barcelona. Ernesto, que también es sacerdote —o godi— del templo, afirma: “No somos una recreación histórica. Somos creyentes de una fe viva, que conecta con nuestras raíces europeas más profundas. Odín no es solo un dios de guerra, es sabiduría, sacrificio y búsqueda interior”.
El templo ha sido visitado por estudiosos de religiones comparadas, antropólogos y hasta turistas escandinavos que se sorprenden al encontrar un pedazo de su cultura ancestral en tierras manchegas.
Noticias relacionadas
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí