El país más extraño del mundo: se venera a la perros, los coches son blancos y hay una puerta del infierno

Turkmenistán es uno de esos múltiples países acabados en ‘tan’, que sin un mapa mucha gente no es capaz de ubicar. Pero no es solo eso. Con poco más de 6,5 millones de habitantes, su capital es Asjabad y está situado entre Irán, Afganistán y Uzbekistán. Y es que, desde hace ya medio siglo es una nación especialmente famosa por lo que se conoce como la Puerta del Infierno.

Su nombre, realmente, es pozo de Darvazá. Se creó a principios de la década de 1970, cuando un equipo de trabajadores soviéticos vieron como el suelo desértico se abría ante ellos. De este inmenso agujero, de 30 metros de profundidad y 70 de diámetro, comenzaron a salir grandes cantidades de metano, y en su interior la temperatura alcanza los 400 grados.

Pero no es esta la única curiosidad de este país, independizado de la Unión Soviética en 1991 y considerado como el país más raro del mundo. El hecho de tener este socavón de grandes dimensiones, del que emanan ingentes cantidades de metano, ya es motivo suficiente para resultar, cuanto menos, curioso. La capital, Asjabad (algo más de un millón de habitantes), cuenta con la distinción de ser la ciudad con más edificios de mármol blanco del mundo.

Todo al blanco

Un récord que consiguió en el año 2013, cuando el Libro Guinness de los récords dejó patente este hito. En tota, son 543 edificios de inmaculado mármol blanco los que visten las calles de la ciudad. Todo un capricho de Gurbanguly Berdimuhamedow, presidente del país desde el año 2006 hasta 2022. Desde palacios o monumentos, pasando por sedes del Gobierno, zonas residenciales, hoteles o universidades. Una ostentación que se explica también por las grandes reservas de petróleo y de gas natural que posee.

Y todavía hay más: en esta ciudad, la capital, únicamente está permitido circular con coches de color blanco, tal y como explica en TikTok Viajerocronico. Es, también, una manía del pasado presidente, quien antes tomar el cargo era el dentista del anterior líder político. Un país en el que se venera a los perros hasta límites fuera de lo común, llegando a colocar estatuas en el centro de la capital.

La entrada en este país, no obstante, puede llegar a resultar complicada. A estas alturas del año, explica el creador de contenido, apenas lo han visitado poco más de 400 personas. Eso sí, hay repartidos grandes hoteles en los que apenas se alojan los pocos visitantes que entran en este país asiático. Entre los edificios más destacados, el banco nacional cuenta con una moneda gigante en su parte superior y el Ministerio de Asuntos exteriores, una bola del mundo. También podemos encontrar allí la noria cubierta más grande del mundo, un caballo de mármol que preside el estadio nacional y una gran escultura de un libro al que rinden culto, escrito por el presidente.

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