El donante de esperma con 550 hijos ya no podrá donar más
El juzgado de primera instancia de La Haya dicta medidas cautelares: multa de más de 100.000 euros si vuelve a donar y prohibición de anunciarse en internet.
El holandés Jonathan M., persona a la que se le atribuyen al menos 550 hijos gracias a haber donado semen en diferentes países europeos, será multado con más de 100.000 euros si vuelve a realizar una donación de esperma. Tampoco podrá anunciarse en internet y colaborar con otros padres que busquen un hijo, y tendrá que informar a la corte que le ha juzgado de otros centros en los que haya donado alguna muestra.
Los jueces también han ordenado la destrucción de las muestras de semen que se encuentran almacenadas en centros de fertilidad, excepto aquellas que ya han sido seleccionadas para familias que tengan un hijo de Jonathan M. y quieran darle un hermano.
El juzgado de primera instancia de La Haya ha dictado este viernes medidas cautelares por la denuncia interpuesta por la fundación Donorkind y por una de las madres que tuvo un hijo con una de las donaciones. Ella asegura que el holandés le dijo que no tenía pensado tener más de 25 hijos, el límite que fija la ley holandesa.
“Pedí al donante que respetase nuestros intereses porque los niños necesitan sosiego y me siento respaldada por la corte. Espero que este fallo acabe con las donaciones masivas de semen y se propague a otros países”, han señalado los demandantes, según recoge El País.
“Toro rabioso con un impulso procreativo”
Jonathan admitió que engendró al menos 550 niños y defendió que el riesgo de incesto es “muy pequeño”, porque sus hijos pueden saber quién es su padre al no ser donante anónimo, y lamentó haberse convertido “en la cara de aquellos que donan esperma a gran escala”. “Me presentan como si fuera una especie de toro rabioso con un impulso procreativo. No lo soy. No creo en la evolución, sino en la creación”, se defendió.
La madre denunciante asegura tener contacto con padres afectados en Australia, Alemania, Dinamarca, España, Reino Unido, Italia, Kenia y Tanzania, entre otros países. Según los demandantes, las acciones de Jonathan son peligrosas, “dado el riesgo científicamente probado de endogamia, incesto y consecuencias psicosociales negativas para los hijos nacidos por donación”, y, además, el acusado obstaculiza la libertad sexual de sus “hijos” porque siempre deben comprobar si una posible pareja no es en realidad su hermanastro.