El Banco de España advierte de una práctica común en muchos comercios
Ante el aumento de locales y servicios que no aceptan el pago en efectivo y únicamente admiten tarjeta, el BdE se pronuncia tajante acerca de la ilegalidad en la que incurren.
Las nuevas generaciones no cuentan en pesetas. De hecho, cada vez son más las personas que por una excusa u otra han visto reducido el peso de su cartera. Ya no se lleva dinero en efectivo. El motivo tiene nombres y apellidos: tarjeta de crédito o de débito. La comodidad que ofrece a la hora de pagar ha servido como base para la creación de un hábito que a día de hoy está más extendido que nunca. Hasta tal punto que son muchos los comercios que han dejado de aceptar dinero en efectivo. El de toda la vida.
Esto se ha dado en algunos festivales de música durante el verano. Lo que se planteaba era que el usuario adquiriese una pulsera en la que recargaba dinero mediante la tarjeta. Distinto método, pero misma esencia. El mismo rechazo a los pagos en efectivo se ha trasladado a piscinas, bares y todo tipo de comercios. ¿Y esto se puede hacer? O mejor dicho, ¿es legal?
La clave: las características únicas del efectivo
Pues el Banco de España es conciso y tajante al respecto: “la respuesta corta es no”. Así lo ha advertido a través de Twitter, remitiendo lo que especifica el Banco Central Europeo (BCE): “el efectivo seguirá siendo el principal medio de pago en el futuro próximo”. Y por tanto es ilegal no aceptarlo. Puro silogismo económico.
Las características intrínsecas del pago de toda la vida, asegura la institución monetaria europea, son las que justifican la obligatoriedad de su aceptación. “El efectivo tiene valor en sí mismo, su autenticidad puede comprobarse fácilmente para distinguirlo de las falsificaciones y permite liquidar pagos sin necesidad de terceros. Ningún otro instrumento de pago reúne estas tres características tan eficazmente como el efectivo”, apunta.
¿Y esto será así siempre? ¿Llegará un día en el que las monedas y billetes sean parte del pasado y hayan caído en pozo de obsolescencia? Pues a estas cuestiones también encuentra respuesta el BCE, sustentada en la misma tesis: “las características únicas del efectivo aseguran que siga siendo importante en el futuro. Los medios de pago digitales pueden resultar cómodos para muchas personas, pero no se adaptan a todo el mundo. Los pagos sin contacto coexistirán con el efectivo, pero no lo sustituirán como instrumento de pago”.
Por lo pronto, hablando en presente, la voluntad de mantener esta forma de pago en Europa es inquebrantable. De hecho, la Comisión Europea ya emitió una recomendación (2010/191/UE) al respecto, basada en un informe de expertos, en el que determina que “los comercios no pueden rechazar un pago en efectivo” y que “una etiqueta o un cartel que indiquen que el comercio no acepta pagos en efectivo no es suficiente”. Así que, aunque ya no se cuente en pesetas, todo aquel que sea amante de la moneda puede estar tranquilo.