Dos megabuques llenos de petróleo están cruzando el mundo con una misión: puede ser clave para que la India abandone a Rusia
Más de cuatro millones de barriles viajan desde Guyana hacia India, países con estrechos lazos culturales. Cerca del 40% de su población es de origen indio oriental.
Gran parte de la economía rusa se mantiene por la exportación de petróleo y gas natural hacia terceros países, muchos de ellos procedentes de la Unión Europea. Pero eso está a punto de cambiar. Después de debatir como cortar de raíz la financiación de la guerra del Kremlin, el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo acordaron detener de forma permanente la importación de gas natural ruso.
Una medida que no se aplicará de forma inminente, sino a corto y medio plazo: las importaciones de gas natural licuado (GLN) se acabarán, como tarde, el 31 de diciembre de 2026, mientras que las de gas de gasoducto lo harían el 1 de noviembre de 2017 a más tardar. “Hoy entramos en la era de la plena independencia energética de Europa con respecto a Rusia. REPowerEU ha cumplido. Nos protegió de la peor crisis energética en décadas, y nos ayudó a hacer la transición de los combustibles fósiles rusos a una velocidad récord. Al agotar el cofre de guerra de Putin, nos solidarizamos con Ucrania y nos centramos en nuevas asociaciones y oportunidades energéticas para el sector”, celebra la presidenta de la comisión, Ursula von der Leyen.
Y puede no ser la única pérdida energética que sufra Moscú. Después de la ‘huida’ europea, puede ser el turno de India. Este país es, junto con China, uno de los grandes clientes del crudo ruso. En los últimos días, dos grandes petroleros han iniciado un trayecto para transportar crudo desde Guyana hasta India, en busca de alternativas al sancionado petróleo de Moscú.
Un largo viaje desde el Caribe hasta el sur de Asia, nade menos que 14.477 kilómetros en línea recta, con el que Nueva Delhi busca hacerse con barriles de petróleo que no procedan de Rusia, después de las restricciones de EEUU sobre el crudo de este país (contra las petroleras Rosneft y Lukoil). Ya en el mes de agosto, Washington impuso aranceles a India por ‘alimentar’ la llegada de petróleo ruso a Europa a través de la llamada “laguna de la refinería”.
Cuatro millones de barriles
Así, los petroleros Cobalt Nova y Olympic Lion zarparon desde Guyana a finales del mes de noviembre, con una carga de unos dos millones de barriles de petróleo cada uno, según Bloomberg. Estos son los primeros envío de petróleo desde Guyana hacia India desde 2021, en un viaje que concluirá en el próximo mes de enero.
El primero de ellos, el Cobalt Nova, transporta una carga mixta de los grados Liza y Unity Gold. Su destino será probablemente Bombay o Visakhapatnam, donde se encuentran plantas de Hindusian Petroleum. Por su parte, el petrolero Olympic Lion transporta un cargamento de crudo Golden Arrowhead de Guyana hacia Paradip, en la costa oeste de India. Allí se encuentra una refinería con una capacidad de 300.000 barriles diarios.
Estrechos lazos entre naciones
En este intercambio comercial, se encuentran dos países con realidades radicalmente opuestas: India es el país más poblado del mundo, con más de 1.400 millones de habitantes, mientras que Guyana es uno de los que menos habitantes tiene (unos 800.000). Pero eso no es problema, especialmente cuando se trata de hacer negocios. Guyana se ha convertido en un agente inesperado en el mercado del petróleo, con una producción que le ha colocado en una posición de privilegio.
Porque, si en 2019 no producía ningún barril de petróleo, en este 2025 bombea más de 800.000 al día. Un ritmo de un barril por habitante del país. Su petróleo es buscado por India, uno de los mayores importadores de petróleo del mundo, y cuyo primer ministro, Narendra Modi, visitó Guayana en 2024. El objetivo de su visita, la primera de un dirigente indio en 57 años.
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“Vine aquí (a Guyana) como ciudadano común hace 24 años y durante esa visita, pude vislumbrar cuán históricas y profundas eran las relaciones entre India y Guyana. Es una cuestión de buena suerte para mí regresar aquí como primer ministro”, dijo durante su visita de varios días. Unas relaciones que se hacen evidentes en el hecho de que casi un 40% de la población es de origen indio oriental.
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