Descubren el depósito de litio más grande del mundo
En la caldera de un volcán en Nevada (EEUU) se han encontrado entre 20 y 40 toneladas de este metal cada vez más codiciado por su uso en baterías eléctricas.
“Economía”, en su origen etimológico, significa la “administración del hogar”. Si lo “económico” antiguamente era ahorrar para una nueva vasija o comprar especias en el mercado más barato, la economía en la actualidad invade cada uno de los aspectos de la vida humana y sus fronteras hace tiempo que han excedido las paredes de nuestra casa. La economía, hoy en día, se encuentra hasta en la caldera de un volcán. Sobre todo si el volcán en cuestión posee la mina con la mayor concentración de litio del mundo. Y más aún si el volcán está en una de las mayores potencias mundiales, que lleva años queriendo aumentar sus reservas del codiciado “oro blanco”. Sin necesidad de estallar, el volcán McDermitt ha hecho estremecer a políticos, empresas y fabricantes de medio mundo. Su callada erupción podría marcar el devenir del orden económico y geopolítico mundial.
Mayor reserva del mundo
En la frontera entre Nevada y Oregón, en la caldera de un supervolcán de más de 16 millones de años, descansan entre 20 y 40 millones de toneladas de litio metálico, lo que equivale a unos 1.400 millones de euros. Sin embargo, la explotación de esta mina de 45 kilómetros de largo y 35 de ancho seguramente no tenga como finalidad la venta de este preciado material, sino que permitirá a Estados Unidos tener una extensa reserva de un metal que es cada vez más usado a lo largo y ancho del mundo y que hasta ahora se encontraba casi exclusivamente en Bolivia, Argentina y Chile. Estos últimos dos países, junto con Australia y China, producen más del 96% del litio del mundo, por lo que este descubrimiento cambiará radicalmente las dinámicas de poder existentes alrededor de este alcalino presente en la mayoría de nuestros móviles.
El metal de las baterías
Cabe preguntarse, pues, qué tiene el litio que lo haga ser ambicionado por todas las grandes economías mundiales. ¿Será su característico color blanco acristalado? ¿Será su escasa presencia en la corteza terrestre? Estos motivos arbitrarios, que tanto bien le hicieron al oro, la plata o al diamante, hace tiempo que quedaron atrás, ahora es la utilidad la que mide el valor. Y el litio es muy útil. El ser el metal más liviano y menos denso le permite almacenar altas densidades de carga eléctrica en espacios muy pequeños. Es usar los términos “almacenar” y “energía” que rápidamente una manada de empresarios y tecnólogos aparecerán a su alrededor con los ojos brillantes y la boca hecha agua. En un mundo que insiste en cambiar los combustibles fósiles por alternativas más ecológicas, tener reservas de litio es sinónimo de un futuro opíparo.
El litio se usa en la actualidad en la mayoría de dispositivos electrónicos recargables como teléfonos móviles, portátiles y, sobre todo, vehículos eléctricos. La mitad de los vehículos que manufacturó Tesla en 2022 usaban baterías de este material y, según la Lithium American Corporation el cambio de motores de combustión a sus homólogos eléctricos aumentará la demanda de litio 14 veces para 2040. Lithium Americas ha anunciado que el 100% del litio extraído irá destinado a General Motors, empresa que invirtió 650 millones de dólares en la compañía extractora.
Mina de litio entre minas terrestres
La producción nacional de carbonato de litio en Estados Unidos es de aproximadamente 5.000 toneladas métricas por año, se estima que tras el hallazgo se podría llegar a las 80.000 toneladas anuales. China es, a día de hoy, el mayor productor de litio del mundo, el volcán McDermitt propulsará la competencia entre las dos potencias dominantes, enfrentadas por el mineral del futuro. Europa, aunque encabeza el ránking de consumo de litio junto a Estados Unidos, no posee importantes minas de litio. A principios de 2022 unos geólogos descubrieron el depósito de litio más grande de Europa en Ucrania. Días más tarde Putin decidía invadir el país vecino, eliminando toda posibilidad de acceder al yacimiento, que en la actualidad se encuentra en la zona ocupada por las tropas rusas.