De qué está hecha la capa blanca que recubre el fuet: así afecta a nuestro cuerpo
El fuet tiene una telilla blanca cubierta de hongos encargados de proteger al alimento de otras bacterias u hongos dañinos. Este aperitivo popular es originario de Cataluña.
España es uno de los países del mundo que más puede presumir de su gastronomía. Entre nuestros platos y alimentos hay una gran variedad de delicias, pero uno de los más destacados es el fuet. Este embutido es uno de los más populares, además de ser uno de los aperitivos que más se consume a la hora de picar.
En concreto, el fuet es un embutido conformado a partir de carne magra, y aunque es procedente de Cataluña, se ha extendido y comercializado por toda España debido a su sabor inigualable. Aparte de estar hecho de carne, también tiene una fina capa blanca que envuelve la carne para protegerla de bacterias dañinas u hongos.
Este alimento, al igual que otros embutidos que tienen esa capa o piel, o las capas de las cebollas, se puede comer. Exactamente, esa piel es prácticamente comestible para todo el mundo, dependiendo si su consumidor es tolerante o no a las pieles naturales y sintéticas.
Capa blanca
El fin u objetivo que tiene la telilla de color blanco que cubre el fuet es proteger al alimento de otras bacterias u hongos que puedan dañar u alterar el producto. Para que estos hongos nocivos no afecten al fuet, las personas que lo producen elaboran una tela con piel natural, formada a partir de la tripa del cerdo, o sintética, la cual está compuesta de celulosa, colágeno o a partir de un material de origen plástico autorizado.
Cuando la telilla ya ha sellado la carne del fuet, este se cubre con unos polvos blancos formados a partir de hongos llamados penicillium nalgiovense, que no son perjudiciales, y que alejan a otras bacterias del alimento.
¿La piel es comestible?
Sí. La piel del fuet es perfectamente comestible, aunque al ser un alimento procesado, y en caso de tener alguna intolerancia, lo más recomendable es revisar la tabla de elementos para comprobar si alguno de sus componentes te puede perjudicar. Con el fuet, al igual que con la tortilla, en el caso de la cebolla, siempre surge la misma pregunta: ¿con piel o sin piel?