Aterrizan de urgencia en Bilbao, los controladores acaban su turno y los pasajeros se quedan en tierra: “No podéis despegar”
La legislación asegura que todos aquellos viajeros que sufran retrasos tienen derecho a un alojamiento, transporte y comida, siempre y cuando la aerolínea tenga presencia en el aeropuerto.
Es común que algunos aviones se desvíen de su ruta. Ya sea por razones médicas o de seguridad, muchos vuelos ven modificado su plan de viaje para poder atender una emergencia, retrasando la llegada al destino y, en ocasiones, siendo increíblemente molesto para todos. Especialmente cuando el aeropuerto decide cerrar.
Como le ha ocurrido a la ciudadana británica Sara Diggle. La mujer viajaba a bordo del vuelo RK3209 de Ryanair de Málaga a Manchester cuando el capitán decidió desviarse al Aeropuerto Internacional de Bilbao por una emergencia médica.
Estas situaciones son comunes. Las aerolíneas suelen desembarcar a los pasajeros para repostar y poder continuar el viaje poco después. Sin embargo, en esta ocasión, el personal de control de tráfico aéreo decidió irse a casa, ya que el nuevo plan de vuelo “excedió el horario operativo del aeropuerto de Bilbao”.
“Se fueron a casa, así que nos descargaron y nos dejaron abandonados a nuestra suerte para que arregláramos nuestros propios hoteles”, explicó Sara al periódico británico Independent.
Tras descansar, la tripulación y el capitán volvieron a abrir las puertas de embarque. El avión despegó a las 13:00 horas y llegó a Manchester con 14 horas de retraso.
Sara, que ya ha sufrido varias situaciones similares, decidió tomar las medidas apropiadas una vez les abandonaron en el aeropuerto, y se fue al hotel más cercano para registrarse y pasar la noche.
“Lamentablemente, el año pasado nos desviaron a Burdeos después de varios problemas médicos a bordo, así que sabíamos que era mejor hacer nuestros propios arreglos y no esperar en un aeropuerto cerrado”, explica.
La respuesta de Ryanair
La legislación asegura que todos aquellos viajeros que sufran retrasos tienen derecho a un alojamiento, transporte y comida. Sin embargo, si la aerolínea no tiene presencia dentro del aeropuerto, los afectados pueden verse empujados a gestionar sus trámites y reclamar un reembolso por su cuenta.
“La tripulación de cabina fue genial; no fue su culpa, pero fueron muy empáticos con los pasajeros”, confiesa Sara.
Según han comentado varios viajeros al medio Independent, Ryanair notificó a los pasajeros el desvió y le informó de sus opciones una vez aterrizasen. Sin embargo, y pese a sus esfuerzos, su capacidad de gestión era limitada, y tanto Sara como los demás tuvieron que buscar la forma de pasar la noche.
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