Ana Jesús, granjera: “Hay mucho miedo pero no nos queda otro remedio, hay que prevenir y esta es la única manera”
Más de 250 municipios de Castilla y León se han visto afectados por el posible contagio de la “gripe aviar”.
La influenza aviar, más conocida como “gripe aviar” está afectando a más de 250 municipios de Castilla y León, que se han visto obligados a confinar a sus aves con el objetivo de evitar que este virus se propague. Las explotaciones de la zona ya han recibido órdenes de los veterinarios de la Junta para evitar la proliferación de casos.
Una de las propietarias de la Granja de Gallinas Camperas Juanito en Fuentes de Nava (Palencia), Ana Jesús, ha hablado en Cadena Ser sobre el confinamiento de sus animales. La ganadera cuenta que sus gallinas solían vivir en libertad en el campo, pero ahora están “extremando toda precaución” para evitar que el virus llegue a su granja.
La granja de Ana Jesús cuenta con 540 gallinas, de llegar el virus a la explotación, habría que sacrificar a cada una de ellas, “sería una ruina total”, explica la ganadera.
Aunque es cierto que la enfermedad no es contagiosa para las personas, ni por el contacto con las aves, ni por el consumo de los huevos, el Ministerio de Agricultura ya ha indicado los pasos a seguir para evitar el contagio de más aves: estas tendrán que alimentarse en un refugio que impida la llegada de aves silvestres.
El bienestar de las gallinas
Ana Jesús ha recalcado que teme por el bienestar de los animales, ya que han sufrido un cambio drástico en su forma de vivir, “nunca han estado encerradas, no sabemos cómo van a reaccionar”. Aún así, la ganadera espera que el confinamiento no influya en el nivel de producción de huevos.
La Granja de Fuentes de Nava, que lleva abierta cuatro años, solo es uno de los 250 ejemplos que evidencian la situación en Castilla y León. Su propietaria advierte que el verdadero problema es el tiempo en que se prolongue esta situación. “Estamos asustados porque no sabemos cuántos meses serán”, reconoce.
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Aunque el confinamiento de las aves ya se ha producido otros años, según admitía la granjera, nunca antes las medidas habían sido tan duras. De llegar el virus a su granja, reactivar la producción de huevos y el rendimiento supondría al menos 4 meses de parón, una “ruina total”, según explica Ana Jesús a Cadena Ser.
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