SOCIEDAD

AEMET avisa de un importante cambio en el tiempo: dónde afectará

La proximidad de una baja atlántica vuelve a revolver el clima, generando nubes bajas en toda la península y prolongando unas lluvias en el norte peninsular que ya han causado inundaciones.

Si el año estaba loco, junio ha decidido no quedarse atrás. Después de que abril y mayo convirtieran los refranes de ‘aguas mil’ en pura sequía y falta de precipitaciones, el primer mes del verano irrumpió a golpe de agua -tromba tras otra- y obligó a retrasar la fecha en la que se saca la ropa de invierno. Y ahora, cuando volvían a subir las temperaturas y la lluvia parecía alejarse, las previsiones vuelven a sentenciar su regreso sin tan siquiera haberlas despedido.

Así lo ha deslizado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que ha avisado de la presencia simultánea de aquellos dos valores que se han alternado en el tiempo atmosférico español desde hace meses: fuertes tormentas y una subida generalizada de las temperaturas. Lo primero serán chubascos localmente fuertes. En algunos lugares, incluso, muy intensos y con granizo. La clave: una realidad cambiante y muy diferente según el punto de España en el que se encuentre el lector.

De aviso por lluvias a alerta por temperaturas

Hasta siete comunidades autónomas afrontan la tarde con riesgo de lluvias y cielo encapotado. Básicamente, el norte peninsular. Cantabria, Castilla y León, Navarra, País Vasco, La Rioja, Asturias y Aragón han culminado el fin de semana con lluvias. En el caso de la última región, la fuerza del temporal ha causado afecciones en Zaragoza. Meteo Aragón habla de 18′6mm en tan solo 15 minutos; que, a ojos de los vecinos maños, se traduce en una inundación inesperada de ciertas calles.

Sin embargo, y haciendo gala de las diferencias que posee un clima a la locura, las lluvias torrenciales de la Ribera Baja del Ebro, de Huesca -han obligado a cancelar el concierto de Bob Dylan- y de la zonas turolenses de Albarracín y Jiloca, contrastan con la alerta amarilla que ha sido desplegada en Cataluña por altas temperaturas. En Galicia, ni una ni otra: intermitentes en el oeste, pero dispersos en el resto de la región. Lo que sí será común es una suerte de niebla y bruma en las primeras horas de la mañana. El inicio de un verano anómalo.

Estos cielos nubosos se deben a la aproximación de una baja atlántica. Cuanto más cerca, más inestable será el tiempo. Y esa máxima, tan corta y concisa como cierta y nublada, será la que rija el inicio de la próxima semana. Toda la península se mantendrá con nubes bajas por la cercanía de la borrasca, y el norte prolongará su racha pasada por agua.

Los archipiélagos resumen la situación peninsular. En Canarias se prevén intervalos nubosos al norte de las islas, y en el interior aparecerá con más fuerza una nubosidad de evolución que traerá algún chubasco aislado. Y en Baleares, donde pueden llegar a los 36 ºC, se presenta una situación similar a la catalana con aumento de temperaturas. Una situación cambiante en toda la geografía española donde sólo hay un valor en común: las nubes bajas. Definitivamente, junio ha decidido no quedarse atrás.

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