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Salman Rushdie reaparece

El escritor ha concedido su primera entrevista después de que el pasado agosto un joven libanés seguidor de la Guardia Revolucionaria de Irán lo apuñalara.

Andrew WinningREUTERS

El escritor británico de origen indio Salman Rushdie ha vuelto a aparecer públicamente después de que sufriera un atentado el pasado mes de agosto. El autor resultó agredido durante una conferencia sobre la libertad en la creación artística en Chautauqua, localizada en la ciudad de Nueva York por un joven libanés seguidor de la Guardia Revolucionaria de Irán. Ahora, reconoce que, “considerando lo que pasó, no estoy tan mal”, ha dicho el autor.

Así se ha expresado en una entrevista para el diario estadounidense The New Yorker. El escritor fue apuñalado hasta 12 veces en distintas partes del cuerpo. Y, como consecuencia, se ha quedado ciego del ojo derecho, presenta dificultades para escribir y tiene pesadillas “aterradoras”, ha confesado el autor al rotativo norteamericano. Sin embargo, Rushdie ha asegurado que está ejercitando sus manos para poder volver a retomar la escritura.

“Bueno, ya sabes, he estado mejor. Pero considerando lo que pasó, no estoy tan mal”, ha confesado el escritor británico a The New Yorker. Asimismo, ha detallado que, desde que sufrió el ataque, ha padecido un trastorno de estrés postraumático. “Me siento a escribir y no pasa nada. Escribo, pero es una combinación de vacío y basura, cosas que escribo y que borro al día siguiente”, ha relatado Rushdie.

“Me siento a escribir y no pasa nada. Escribo, pero es una combinación de vacío y basura, cosas que escribo y que borro al día siguiente”

Salman Rushdie

“Ahora que casi me muero, todos me aman”

Otra de los puntos que ha analizado el escritor junto a David Remnick es cómo Rushdie pensó que le afectaría el ataque a su carrera. “Solo pensé: hay varias formas en que este evento puede destruirme como artista”, explica el autor. Sopesó distintas opciones, desde dejar de escribir hasta pasarse a los “libros de venganza” o “libros de miedo”, ha apuntado. Novelas que “se alejan de las cosas porque te preocupa cómo reaccionará la gente ante ellas”, ha añadido.

Sin embargo, no quiso que este acontecimiento pasara a ser un hecho determinante en su carrera. “Si llega alguien de otro planeta que nunca ha oído nada de lo que me pasó, y solo tiene los libros en la estantería y los lee cronológicamente, no creas que ese extraterrestre pensaría: ‘algo terrible le sucedió a este escritor en 1989′. Los libros siguen su propio viaje. Y eso fue realmente un acto de voluntad”, ha explicado.

En cualquier caso, lo que le ha sucedido sí ha tenido una repercusión en su carrera. Tal vez no en su manera de escribir o en los relatos e historias que ha preferido contar, pero sí en la venta de sus libros. Tras el ataque, Los versos satánicos experimentó una gran subida en su demanda. “Ahora que casi me muero, todos me aman”, ha lamentado Rushdie.

Condenado a muerte

Salman Rushdie vive desde 1989 condenado a muerte por el régimen iraní. Su manera de escribir acerca de la figura de Mahoma en Los versos satánicos —en la que el profeta recibe una “inspiración satánica” que el fundador del Islam pareció confunde en el texto con una “revelación divina”— detonó que Teherán emitiera un edicto religioso, o fetua, acusando al libro de ser “blasfemo” contra las creencias islámicas y condenaba a muerte al autor. Es más, ofrecían una recompensa por matar al escritor de más de tres millones de dólares.

Desde entonces, el escritor pasó a vivir con protección policial en Reino Unido y, desde entonces, los ingleses rompieron relaciones internacionales con el país iraní. Con el paso de los años, las autoridades de Irán han tomado distancia de esta fetua, pero la percepción acerca de Rushdie no ha cambiado. Al contrario, en 2012 —23 años desde que se decretara el edicto— una fundación religiosa semioficial elevó la recompensa.

“La gente tenía miedo de estar cerca de mí”

Salman Rushdie

Sin embargo, desde el año 2000, Rushdie vive en Estados Unidos y optó por dejar de estar bajo protección. Y, durante los primeros meses, ha explicado que “la gente tenía miedo de estar cerca de mí”. Por lo tanto, “la única forma en que puedo detener eso es comportarme como si no tuviera miedo. Tengo que mostrarles que no hay nada de qué asustarse”, ha indicado que pensó. Y, durante mucho tiempo, el escritor ha vivido de esta manera, hasta que el pasado mes de agosto sufrió el ataque.

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